Enamorarse jamás había estado en los planes de Mia, pero todo eso cambió el día en que conoció al niño con la peculiar cicatriz de la que sus padres siempre le habían hablado. Harry jamás imaginó que una de sus mejores amigas sentiría lo mismo que é...
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─Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti. Feliz cumpleaños, querida Mia. Feliz cumpleaños a ti.─ cantaban varias voces a mi lado.
Abrí mis ojos y pude vislumbrar a Hermione, Harry, Ron, Ginny y la señora Weasley. Sonreí mientras acercaban un pequeño cupcake a mi, éste tenía encima una vela.
─¡Felices 16, Isabelle!─ dijeron Ginny y Herms al unísono.
─¡Pide un deseo, rubia!─ dijo un sonriente Ron.
Deseé que mis padres me acompañaran por el resto de mi vida.
Y soplé.
Ellos aplaudieron y me sonrieron.
─Ve a asearte, linda. Te esperaremos en la cocina para desayunar.─ dijo Molly con una sonrisa, mientras corría a todos de la habitación. Asentí con la cabeza y pude notar como Harry me sonreía y guiñaba un ojo. Le mostré mi lengua infantilmente y él rió.
Tomé una ducha y decidí colocarme uno de los vestidos que había tomado del armario de mamá, antes de mudarnos.
N/A: el vestido se encuentra en el apartado de multimedia.
Era uno de los vestidos favoritos de mamá, así que era una forma de tenerla conmigo.
Peiné un poco mi cabello y me coloqué una diadema que Ginny me había regalado en navidad. Bajé las escaleras y pude escuchar a Hermione y Harry discutiendo.
─¡Es mi mejor amiga! ¡Se sentará a mi lado!─ gritó la castaña.
─¿Hola? ¡Te recuerdo que es mi novia!─ dijo Harry.
Reí y entré a la cocina, todos dirigieron sus miradas hacia mi.
Ginny silbó y dijo:─Alguien que le traiga un balde al miope.
Giré mis ojos, antes de dirigirme a la mesa.
─¿Saben algo? Me sentaré con la señora Weasley.─ dije hacia Harry y Hermione.
Ambos abrieron y cerraron sus bocas antes de mirarse entre sí y comenzar una pelea de miradas.
─Hermano, si las miradas mataran, estarías siete metros bajo tierra.─ dijo Ron tomando jugo de calabaza.
Reí en carcajadas y todos me miraron.
─¿Qué?─ dije, terminando de reír.
─Es increíble escuchar tu risa de nuevo, mi niña.─ dijo Molly, besando mi cabeza.
Sonreí y me dispuse a comer, mientras Ginny contaba uno de sus terribles chistes.
