capítulo 54

501 42 2
                                    

Hace una semana que no sabían nada del trío dorado.

Una semana del punto de quiebre.

Una semana de la ruptura más dolorosa, la del corazón de Mia.

Todos en la madriguera estaban asustados; sobre todo la pareja Potter y la chica rubia, que había pasado los primeros dos días sin comer y más de 4 días sin dormir.

Sin embargo, sabía que tenía que hacer algo.

—Ya han muerto 5 personas...— comentó Remus en la cocina del hogar Weasley.

—Tenemos que hacer algo, esto no se puede quedar así— dijo Michelle, que se encontraba sentada al lado de Fred—, Hogwarts está en riesgo, al igual que toda la población mágica.

—No tenemos ningún plan— le respondió James, que se encontraba frustrado.

—Yo si.

Todos giraron sus cabezas para mirar a Mia. Se veía deprimida.

—Iré a Hogwarts— les dijo ella, decidida.

—Oh, no. No, no, no y no— Connor sabía que era riesgoso que ella estuviera en la escuela—; te quedarás aquí.

—Connor, tengo que ir. Dentro de poco cumpliré 18 y ya no podrás decidir por mí. Voy a ir y punto— le refutó la rubia.

El mayor de los dos la miró y supo que tenía la razón; era algo que había heredado de la madre de ambos, sin duda.

—Y en Hogwarts, ¿qué harás? Estarás sola— mencionó Sirius.

—No del todo— respondió Ginny.

—Necesitamos la ayuda de todos los estudiantes para golpear desde adentro, a Ustedes-Saben-Quién y sobre todo a Snape. En eso se basa mi plan. Tratar de corromper todo desde Hogwarts; al fin y al cabo, los mortífagos no podrán entrar— explicó Mia.

—Es imposible, Mia. Snape tiene un montón de complices en el castillo— le dijo James.

—Es posible, James. Puedo reconstruir el ED; estuve estudiando todas las posibles salidas del castillo, también aprendí más hechizos de defensa y sé como lidiar con Snape y con dos o tres mortífagos. No soy una damisela en apuros.

Todos miraron a Mia, buscando en sus ojos una señal de vida. Pero no la había, sin Harry, todo se había vuelto neutral; el brillo azul en sus ojos se esfumó por completo.

Lily irrumpió el silencio, diciendo:—Necesitaremos comunicación constante, Isabelle. Algo que no sean cartas o chimeneas.

—Puedo enviar mensajes a través de patronus. Snape no sospechará nada— le aseguró ella, con una expresión seria.

—¿Estás a favor de esto, pelirroja?— preguntó Sirius, que se encontraba frente a frente con Mia.

—Estoy a favor de cualquier plan que nos ayude a mantener a todos a salvo, Sirius.

El primero de septiembre arribó con rapidez. Mia había estado planeando todo desde 2 semanas antes. Estaba segura de que su plan funcionaría.

Al llegar a la estación pudo notar que la cantidad de estudiantes no alcanzaba los 900, pero notó que la mayoría eran miembros del ED, cosa que la alivió.

Subió al tren y consiguió un vagón vacío, en el que ella, Ginny, Noah y Sarah (a quién habían llevado escoltada) se sentaron.

—¿Creen que McGonagall esté en el castillo?—preguntó Sarah, tratando de aliviar la tensión que había en el vagón.

Cuando Mia iba a responder, sintieron que el tren se movía con turbulencia.

—Abajo— dijo Mia, escondiéndose debajo del asiento, con Sarah a su lado.

Ambas se escondieron al igual que Ginny y Noah.

Escucharon la voz de Neville, del otro lado de la puerta, diciendo:—No está aquí.

Y el tren volvió a moverse, como si alguien lo sacudiera.

Después de unos segundos, Neville abrió la puerta del vagón y dijo:—Ya puedes salir, Mia.

Mia salió con su varita en la mano y protegiendo a Sarah con la otra.

—¿Quiénes eran?

—Mortífagos. Vinieron en busca de Harry— le dijo él, ayudándola a levantarse.

—Cada día se pone peor— comentó Noah, que estaba quitando una pelusa del cabello de la pelirroja.

—Tenemos que estar alerta— murmuró Neville.

Los cinco salieron del vagón y caminaron con Neville por los pasillos. Los estudiantes murmuraban y susurraban, con miedo a ser escuchados.

—¿Has sabido algo de Harry?— le preguntó Longbottom a la rubia, cuando llegaron al vagón en el que se encontraba la mayoría de los miembros del ED.

—No, nada.

Neville asintió apenado y abrió la puerta, dejando ver a Seamus, Dean, Luna, Eleonor, Susan, Hannah y Colin Creevey.

—¡Izzy!— dijo Ellie emocionada, al ver a su mejor amiga. La rubia se alegró de ver a su amiga.

Se actualizaron entre todos, para luego escuchar un toque en la puerta, haciéndoles saber que estaban por llegar.

El silbato se escuchó, anunciando la llegada a Hogwarts. Pero les sorprendió no escuchar a Hagrid con su típico grito de llamado a los de primer año. Todos irían en carruajes.

Mia se mantuvo cerca de sus amigos todo el tiempo, y se alivió al ver que no había nadie que pudiera revisar sus pertenencias ese año.

Llegaron al castillo y se veía...triste.

La Selección fue de 7 minutos; sólo habían 13 nuevos.

No hubo un discurso de bienvenida, no hubo una sonrisa cálida de parte de Dumbledore, no hubo nada. La comida simplemente apareció, y por primera vez, Mia no tuvo ganas de comer ahí.

Quería su Hogwarts de vuelta. Quería a sus amigos felices de vuelta. Quería a Harry de vuelta.

Y todo eso sólo ocurriría sí ella empezaba a llevar a cabo su plan.

Los prefectos llevaron a todos a las habitaciones. Y Snape los vigilaba a todos desde la puerta del comedor, con dos mortífagos a su lado.

Mia había calculado todo. Durante la madrugada iría con los mayores hasta la sala de menesteres e instalarían un campamento base en él, para luego movilizar poco a poco a los estudiantes.

Luego de varias horas, Ginny, Neville, Noah y Mia se dirigieron con sigilo a la sala de menesteres. Necesitamos un lugar seguro para escondernos pensó la rubia.

No pasó mucho tiempo antes de que una puerta bastante difícil de ver se apareciera ante ellos.

Entraron con cuidado, manteniendo sus varitas en alto. Mia observó la sala con detenimiento.

Habían literas, camas individuales e incluso hamacas. También habían equipamentos para practicar defensa, al igual que en 5to año. Los recuerdos llegaron a la mente de Isabelle; el ED, Umbridge, sus primeros meses de noviazgo con Harry, los decretos estúpidos de la sapo rosado, la muerte de su padre...

—Muy bien, esto nos servirá ¿Qué haremos ahora?—preguntó Ginny con Noah y Neville a su lado.

Mia, desde el medio de la sala, giró sobre sí y les dijo:—Sobrevivir.

I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora