𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟕

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"SOMOS TU Y YO CONTRA EL MUNDO"

Mia no sabía en donde se encontraba. Se sentía en la nada misma.

Pasaron algunos minutos, hasta que creyó recuperar la consciencia, pero seguía sin saber en dónde estaba. Comenzó a sentir su cuerpo, aunque no sabía si aquello era peor o mejor. Sentía como si todo su cuerpo estuviera adormecido, sin poder moverse, lo cual era demasiado desesperante. También fue capaz de encontrar su respiración. Era tranquila, sin alteración. Un hormigueo comenzó a recorrerle lo que ella pensaba eran sus brazos, llegando hasta la punta de sus dedos.

Poco a poco parecía estar siendo consciente, hasta que sintió todas sus extremidades, pero no podía moverse. Intentó abrir los ojos, pero sus movimientos no coincidían con lo que ella quería que hicieran. Probó nuevamente durante otro buen tiempo, hasta que, con demasiado esfuerzo, y como si sus párpados pesasen cientos de kilos, pudo abrirlos.

Lo primero que le llegó fue una intensa luz, que la obligó a entrecerrar los ojos. Cuando se acostumbró a la intensidad, los abrió aun más. No podía distinguir formas claras, pero comprobó que su visión mejoraba mientras más pasara el tiempo.

No supo cuánto tiempo fue, que pudo ver más nítidamente. Observó el blanco techo, y lo que alcanzaba a observar de las paredes. Estaba en Hogwarts, aquello era seguro.

Después de unos minutos, decidió mirar otra cosa que no fuera el techo. Se dio cuenta de que estaba en la enfermería. Pudo vislumbrar como otras camillas eran ocupadas, pero no distinguía quiénes eran.

Bajó su mirada y pudo observar a tres personas con sus cabezas apoyadas sobre la camilla en la que se encontraba. Una cabellera pelirroja, una castaña y una de color azabache. Sonrió y supo inmediatamente de quienes se trataba.

─Chi...chicos...─ dijo ella intentando recobrar su voz, que estaba bastante ronca.

Hermione pudo escuchar como su amiga despertaba.

─¡Mia!─ gritó sin que le quedara nada por dentro.

La abrazó mientras las lágrimas amenazaban con salir.

─¡Ronald, Harry!─ dijo la castaña zarandeando a sus amigos.

El azabache y el pelirrojo no dudaron en despertar cuando escucharon a su mejor amiga.

─¡Isabelle!─ dijo Ron, abrazando a su hermanita, como le gustaba llamarla.

Harry sonrió y vio como Ron inspeccionaba a Mia, buscando alguna herida en su rostro.

En el momento en que Ron y Hermione se separaron de su novia, Harry no soporto y se fue encima de ella, con lágrimas cayendo por sus mejillas. 

 ─Y-yo...creí que te había perdido...estaba aterrado, demasiado...─ sollozó el azabache. Mia acariciaba su espalda mientras las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, que habían pasado de ser de un color rosa a ser de un color blanquecino.

Hermione y Ron se dedicaron una mirada que Mia no comprendió. Al ver que Mia y Harry lloraban, decidieron salir y dejar que Harry le contara.

─Ey, James.─ dijo ella, separándolo un poco y tomando su rostro entre sus manos.─ Estoy bien y eso es lo que importa. Tranquilo ¿bien?

Harry asintió y besó su frente, manteniendo sus labios sobre su frente un buen rato.

─Tu...¿recuerdas algo de lo que pasó en el ministerio?─ preguntó el azabache.

─No recuerdo mucho, solo recuerdo que la orden llegó a salvarnos.

Harry sabía muy bien que Mia se sentiría muy mal, pero se había prometido a sí mismo apoyarla y cuidarla por siempre.

─Mia...esto es muy difícil de decir, pero...tu padre falleció, en el departamento de misterios.

Las imágenes empezaron a pasar por la mente de la rubia; recordó que su padre había recibido la maldición asesina, que Bellatrix Lestrange había enviado a su primo.

Sintió que su pecho se oprimía y las lágrimas salían por sus ojos descontroladamente. Y no le importó que todos la vieran llorar, no le importó que escucharan sus gritos.

Harry al ver que su respiración se agitaba, la tomó entre sus brazos. Y la abrazó como si fuese el fin del mundo.

Madame Pomfrey se acercó a ellos, pero al ver la triste escena, solo atinó a llamar a los acompañantes de Mia.

Por la puerta de la enfermería entraron Molly, Connor, Sirius, los Potter, Lupin y Tonks, acompañados de Ginny, Ron, Eleonor y Hermione.

Harry observó que Connor entraba a la habitación así que se separó lentamente de su novia, pero no sin antes besar su cabello.

Connor sintió que su corazón se rompía al ver a su hermanita destrozada. Tomó su rostro entre sus manos y secó un poco las lágrimas que caían de sus hermosos ojos, azules como los de su madre.

─Isa...mírame, por favor...─ pidió el actual mayor de los Jones a su hermana, que miró a su hermano con la vista nublada.─ Papá no hubiese querido ver a su pequeña mariposita llorando, él hubiese querido que lo recordáramos como lo que fue; fue un héroe. De ahora en adelante, somos tu y yo contra el mundo y estoy cien por ciento seguro de que mamá y papá estarán muy orgullosos de nosotros.

Los presentes se conmovieron al escuchar las palabras de Connor a Mia. Lily era abrazada por Lupin, mientras que Molly abrazaba a Ginny y Tonks abrazaba a Eleonor. Sirius y James se encontraban tomando a Harry por los hombros. Y Hermione era abrazada por Ron.

Lily se liberó suavemente de los brazos de Lupin, para caminar hasta la camilla y colocar una mano sobre el hombro de Connor, como si le pidiese permiso. Connor al entender su señal asintió con la cabeza, ya que sabía lo mucho que Lily significaba para Mia.

─Cariño...soy yo, Lily.─ dijo suavemente. Mia levantó la mirada y vio como la única mujer Potter, extendía sus brazos hacia ella. No dudo ni un segundo y se dejó caer en los brazos de la mujer a la que consideraba una figura materna.─ Puedes llorar todo lo que quieras, mi niña.

Y así fue, Mia lloró y descargó todo lo que sentía. No dijo muchas cosas, solo asentía o negaba con la cabeza.

Lágrimas caían por las mejillas de Connor, recordando al héroe que fue su padre. Los merodeadores se prometieron entre ellos cuidar a Mia como si fuese su hija. Tonks recordó los buenos momentos con el que fue su profesor en la academia de aurores. Por la mente de Molly pasaron los recuerdos de un apenado Richard, pidiéndole que cuidara a su pequeña mariposita.

Mientras que Mia solo podía sentirse segura en los brazos de Lily; y luego, supo que jamás estaría sola. Tenía a una familia, un tanto disfuncional, pero era su familia.

 Tenía a una familia, un tanto disfuncional, pero era su familia

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lloré mucho escribiendo estos

capítulos, mia perdió a una

de las personas que más

amaba y sé muy bien lo que se siente.

lumos maxima por richard /*

lxs amo

<3


I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora