I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |

THE BIG DAY

Enero, 2001.

-¡FRED, GEORGE! ¡YA LES DIJE QUE LOS FUEGOS ARTIFICIALES NO!

Michelle caminaba de un lado al otro, con un pergamino en las manos marcando cada cosa que hacía.

-¿Dónde está Harry?-preguntó la castaña a Ginny.

-Lo vi por última vez en la sala. Pero probablemente esté vomitando...de nuevo.

Así es señoras y señores, Harry James Potter estaba asustado. El mismo joven que peleó contra acromántulas, basiliscos, "prófugos" y contra el mismísimo Lord Voldemort.

Digamos que los nervios de Harry no lo habían dejado dormir en paz, y estaba aterrado.

-¡DRACO!-llamó la mayor de los Thomas al platinado, que había llegado temprano para ayudar con las preparaciones.

-¿Si, Mich?-le preguntó él.

-Necesito que hagas de las tuyas con Harry-le pidió la morena a Malfoy mientras se alejaba-, dile que todo va a estar bien o qué sé yo-y con eso se fue.

Draco iba a necesitar de mucha paciencia.

Caminó hasta la madriguera, entrando por la puerta trasera y topándose con Harry caminando en círculos en la cocina. Malfoy suspiró y rodó los ojos.

"Siempre me dan los peores trabajos" pensó

-Hey ¿todo bien?-le preguntó el platinado a Potter.

-Eh...si, si...creo-respondió el azabache, nervioso.

-Harry, te vas a casar. No es como si tuvieras que pelear contra dragones...otra vez-dijo Draco, tratando de consolarlo.

-¡Lo sé! Sólo que...tengo miedo de no cumplir con las expectativas de Mia-empezó Potter-. Toda su vida ha esperado al hombre que la lleve al altar y que le jure amor eterno ¡y ese soy yo! Pero ¿qué pasa si se aburre de mí en dos semanas y me pide el divorcio?

-No lo hará, está soportándote desde hace como 10 años-murmuró Draco, indiferente.

-¿Y si se arrepiente y sale corriendo del altar?

-Probablemente se habría arrepentido y habría salido corriendo en el momento en que la condenaste a pelear contra Voldemort, y no lo hizo.

-¿Y si los fantasmas de los padres de Mia me odian y me asesinan por la noche?

-Okey, Harry, te estás angustiando por cosas que son, literalmente, imposibles-lo paró Draco, levantándose de la silla en la que se había sentado-. Irás, le pondrás el maldito anillo en el dedo y te darás cuenta de lo enamorada que está esa chica ¡Es literalmente imposible que ella pueda arrepentirse a esta altura!-chilló.

Harry respiró profundamente y asintió con la cabeza, decidido.

Juntos, salieron al patio de la madriguera, donde se haría la celebración. La gente estaba empezando a llegar y a sentarse en sus lugares. Todos estaban ahí. Connor, Leah, Grace, Fleur, Bill, Charlie, Andrómeda, Ted, Teddy, Remus, Sirius, Lily y James.

-Mi pequeño bebé-dijo la pelirroja Potter, abrazando a su hijo que le correspondió con una sonrisa en el rostro-, te amo y estoy muy feliz por ustedes.

-¡Ya quiero que me den nietos!-grita James emocionado causando el sonrojo de su hijo.

-Buenas tardes, buenas tardes-dijo George entrando al panorama-. Querido Harry, mi cuñada quiere que te coloques en el altar, por favor hazle caso, no quiero morir y tampoco quiero quedarme sin gemelo, muchas gracias.