-¿Y si les damos una carta?
-Demasiado básico, amor.
Harry y Mia se encontraban tirados en el suelo de su apartamento; pensando en cómo decirle a Lily y a James que serían abuelos y a Connor que sería tío. No se les ocurría absolutamente nada.
-Cielo, ¿sabes que de una manera u otra tendrán que enterarse, no?-cuestionó Harry, levantándose del suelo y apoyándose en sus antebrazos para mirar a la rubia frente a él.
-¡Lo sé! Pero quiero que sea algo importante y lindo. Algo que recuerden por mucho tiempo-respondió ella, frustrada. Se pasó las manos por la cara para luego dejarlas sobre sus ojos. No quería que Harry la viera llorando.
-Amor...todo estará bien, te lo aseguro-le susurró su esposo, acariciándole el cabello. Dejó un beso sobre su frente y con muchísimo cuidado quitó las manos de sus ojos, que estaban llorosos-. Me parece que este tema puede quedarse acá y podría ser mejor sí fuésemos a dormir. Mañana podemos seguir pensando en esto.
Mia asintió con la cabeza y aceptó la mano que el azabache le ofrecía para levantarse del suelo.
-Vamos a estar bien, ¿okey?-murmuró Potter mientras la rodeaba en un abrazo.
Ella acarició la espalda de él con sus dos manos y asintió con la cabeza.
Harry había decidido levantarse un poco más temprano para poder hacerle el desayuno a Mia; él sabía que los últimos días había estado angustiada y quería hacerle saber que la amaba.
Se encontraba en la cocina cuando de repente, sintió la magia de la rubia cerca. Giró sobre sus talones y ahí estaba ella, recién bañada, vestida y maquillada. Harry la miró sorprendido y curioso.
-¿Buen día?-preguntó él desde su lugar. Mia, que estaba en búsqueda de las llaves, se asustó al ver a su esposo.
-Hola, amor-dijo ella con una sonrisa.
-¿Puedo preguntar a dónde vas?
-Voy a decirle a tus padres-soltó firme. Harry abrió los ojos de par en par y tartamudeó un par de veces sin saber exactamente qué decir.
-¡Espérame!-le gritó a su esposa mientras corría a cambiarse de ropa. Aunque no lo admitiría en voz alta estaba demasiado nervioso. La idea de tener un bebé lo aterraba y lo emocionaba en misma cantidad.
Luego de cambiarse, corrió hasta la puerta al ver a Mia casi saliendo. Con un movimiento de varita, todas las luces de su hogar se apagaron y las puertas se cerraron.
Se aparecieron en el Valle de Godric, justo en frente del hogar de los Potter. Mia abrió los ojos sorprendidas al escuchar un estruendo desde el interior de la casa.
-¿Lista?-le preguntó James a la rubia, tomando su mano. Ella le sonrió y besó su mejilla.
-Si es contigo, sí.
Ambos entraron al patio tomados de la mano y Harry tocó la puerta, que fue abierta por un agotado Remus. A la pareja no le sorprendió su presencia, ya que desde la muerte de Tonks, Remus y Andrómeda se turnaban y cuidaban a Teddy entre ambos. Teddy estaba una semana con Lupin, pasaba el fin de semana con Draco o con Harry y la semana siguiente se quedaba con Andrómeda. Ese bebé nunca se aburriría.
-¿Hola?
-Hola, hijos-saludó Lupin, dejando entrar a ambos y cerrando la puerta detrás de sí mismo-. Teddy, James y Sirius están jugando a las escondidas. Hace más de 20 minutos que están discutiendo porque, según Sirius, es injusto que Teddy sea pequeño y que entre en cualquier hueco de la casa.
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I JUST WANNA BE YOURS | Harry James Potter |
FanfictionEnamorarse jamás había estado en los planes de Mia, pero todo eso cambió el día en que conoció al niño con la peculiar cicatriz de la que sus padres siempre le habían hablado. Harry jamás imaginó que una de sus mejores amigas sentiría lo mismo que é...