Capítulo 20

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Al salir del salón sentí los pasos de alguien detrás de mi y volteé. 

Era mi adorado Draco, con un gesto de desaprobación en su lindo rostro.

-¿Qué pasa que tenés esa cara de pan triste? -cuestioné divertida

-Sabes que estuvo mal lo que hiciste -comentó y rodeé los ojos

-¿Acaso ella te preocupa?

-Claro que no -respondió con desagrado -¿Cómo vas a hacerlo frente al profesor?

Sonreí y mordí mi labio.

-¿Vamos? -cuestioné extendiendo mi mano

-¿A dónde? -él la tomó

-A caminar por ahí -respondí acercandolo a mi

Él rodeó mi cintura con sus manos y sonrió

-Vamos a donde quieras -susurró en mi oído y sonreí

Comencé a caminar arrastrándolo junto conmigo. Él me seguía sin saber a donde, y yo menos. Me dirigí al bosque prohibido

-Sos muy buena en los duelos -comentó mientras caminabamos aún de la mano

-Lo sé.

Seguimos caminando hasta llegar a una enorme roca. Me trepé en ella y Draco me siguió. 

Una vez arriba él se sentó y yo me acosté sobre sus piernas.

-Que manía tenés de subirte a todo lo que encontras -comentó con fastidio

Yo sonreí y comencé a reírme.

-¿Qué? -cuestionó él

-Le tomé doble sentido -respondí mordiendo mi labio inferior

Él entreabrió un poco los labios entendiendo lo que había querido decir y sus mejillas se ruborizaron. No sé si por la verguenza del doble sentido o por no haberlo entendido

-Es una broma -reí y me incorporé para sentarne junto a él 

-No me molestaría que te subas encima mio -confesó Draco con una sonrisa descarada

Sentí fuego en mis mejillas y él rió al notarlo

-Sos un tomate -emitió entre risas

-Pero no de tu huerta -respondí de forma infantil y él dejo de reír

Me tomó del mentón acercándome bruscamente a su rostro

-¿A no? -inquirió con tono retador sin soltarme

-Nu -respondí en sus labios

Él, como era de esperarse, se aprovechó de mí, de mi poca fuerza y contra mi voluntad me besó.

El sabor a menta de su boca me inundó, no solo seguí su beso, sino que traté de intensificarlo.

Sin dejar de besarlo me senté encima suyo y comencé a acariciar su cabello. Sentí sus manos pasar a mi cintura aparentandome contra él mientras seguíamos besándonos

-Dios, sos mi nueva adicción -susurró exitado al igual que yo

Sonreí y volví a besarlo.

Cuando nos separamos noté que él tenía sus labios rosados y seguramente yo también.

-Te ves lindo -comenté sonriendo y él me miró con egocentrismo

-Lo sé, aunque vos te ves aún más hermosa -respondió acariciando mi mejilla

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