No voy a mentir, estaba nerviosa, ansiosa y algo asustada, pero obviamente iba a ir.
Aunque antes, debía hacer algo.
De mi cajón tomé tres collares de cuarzo que tenía guardados para una ocasión necesaria (como lo era ésta) y mi libro de hechizos antiguos, sin siquiera cambiarme fui al salón de pociones.
Al llegar cerré la puerta con un encantamiento, preparé mi mesa de trabajo, tomé un caldero y acomode los collares con seis trozos de amatista al rededor para conjurar un hechizo.
¿Qué rayos iba a hacer? Se estarán preguntando..
Iba a crear una conexión con Tom y Matheo, dada las circunstancias y mis malos presentimientos quería cuidarme y cuidarlos a ellos y éstos amuletos nos servirían precisamente para eso.
Una vez listo el brebaje de gusanos, tierra de cementerio, flores azules, hojas de menta, acónito, aguamiel, y moco de murtlap, busqué el hechizo que necesitaba y comencé a conjurarlo en voz alta y en latín.
Las lenguas muertas tenían mayor efecto en la magia oscura.
《La conexión que une a éstos amuletos será eterna y sustentable, mis ojos y los suyos serán capaces de ver el mismo espejo y nuestros corazones se encontrarán siempre, a pesar de la distancia》
Tomé los collares y los sumergí en la poción, escribí en tres trozos de pergamino mi nombre completo, el de Matheo y luego el de Tom, y los arrojé dentro del caldero.
Cuando la poción cambio su color verde oscuro a un celeste cielo, supe que el conjuro había funcionado.
Retiré los amuletos del caldero, regresé todo a su lugar y corrí al cuarto de los chicos.
-¿Qué rayos haces aquí y vestida de esa manera mujer? -preguntó Tom observando mi pijama de ositos y seguramente preguntándose si ya había enloquecido
Miré el reloj y faltaba media hora para la media noche.
-No tengo tiempo de explicarles, pero necesito que los usen y no se los quiten -dije mientras le ponía uno de los collares a Matheo
-¿Por qué? -indagó él analizandolo
-¿Qué son? -preguntó Tom mientras le colocaba el suyo
-Amuletos, con esto estaremos conectados, sabrán si estoy en peligro y como encontrarme.. -expliqué rápidamente
Ambos me miraron confundidos.
-Han pasado cosas extrañas, les prometo que mañana se los explicaré, ahora debo irme -dije mordiendo mi labio inferior rogando para que no protestaran
-Cuídate ¿me oiste? -soltó Tom en advertencia
Sonreí y asentí.
Tras dejar la habitación, supe que era momento de abandonar el castillo.
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Grindelwald
Fanfiction-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando! -¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos -Observame.