Capítulo 22

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Al llegar dejé la poción sobre mi mesa de luz, me deshice de la ropa y me metí a la ducha. Tenía barro en lugares que no había imaginado que podía tener.

Luego de una larga ducha, salí y busqué algo que ponerme.

Me vestí con una sudadera negra, unos pantalones ajustados negros también y para completar un outfit all black, mis botas negras.

Esperé un rato a que terminara de anochecer y para cuando todos estuvieran durmiendo saldría de slytherin.

Me escabullí, al llegar a la sala común estaban mis dos secuaces, pero alguien no planeado los acompañaba, nuestra adorada Pansy Parkinson.

-Traté de dejarla, pero insistió -explicó Matheo y Pansy lo miró mal

-Quiero ayudarte -emitió Pansy en forma de súplica

-Está bien, no me viene mal alguien que pueda entrar al sector de chicas conmigo -me resigné y ella sonrió

-Yo me voy a dormir, hazme sentir orgulloso -sonrió Tom y asentí también sonriendo

Se fue de la sala común dejándonos a Matheo, Pansy y a mi.

-¿Nos vamos? -cuestionó Matheo

-Sí, vam.. -antes de que pudiera contestar fui interrumpida de forma muy descortés

-¿A dónde van a ir ustedes? -se sintió una voz que no me costó nada reconocer

-Draco -reí nerviosa mientras volteaba a verlo

Él no me miraba nada feliz.

-Vamos a gryffindor, a hacer un poquito de maldad -confesó Matheo sonriendo y quise matarlo

-¡¿Qué?! -exclamó Draco de forma muy dramática

-No será nada grave -traté de minimizarlo y él suspiró tratando de juntar paciencia

-¿Qué vas a hacer? -volvió a cuestionar

-Solo será una pocion -mordí mi labio mientras le sonreía con malicia -entramos y salimos

-No vamos a hacer eso, tendremos problemas -aseguró Draco de forma severa

-¡Pacifista! -exclamé molesta y él frunció el ceño

Matheo y Pansy tomaron asiento.

-No quiero que nos saquen puntos por tus arrebatos.

-No seas amargo Draco -se burló Pansy

Draco la miró con desagrado.

-Dejenme hablar con él -dije y lo tomé del brazo

Saqué a Draco de la sala común y lo llevé hacía el pasillo del sector de mujeres, él se reclinó sobre la pared sin borrar su mala cara.

-No vas a hacer que cambie de opinión.

Di un paso hacía adelante quedando frente a él, acaricié su mejilla y me recargué encima suyo mirándolo a los ojos.

Él tragó en seco y miró mis labios.

-¿No querés venir conmigo? -cuestioné haciendo un leve puchero y jugando con el acercamiento 

-Mierda -maldijo y sonreí -esto es jugar sucio t/n

-Entonces.. -indagué con una sonrisa traviesa

-Está bien -accedió resignado

Tomé sus mejillas, lo atrajé hacía mi y dejé un beso en la comisura de sus labios. Él me tomó del cuello y sin permiso juntó nuestros labios. Aunque no podía quejarme, se sentía increíble.

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