Desperté en el cielo, y con un ángel rubio a mi lado.
Me tiré sobre él rodeandolo con mis brazos y oí su leve risa mientras despertaba.
-Buen día, amor mio.
-Buen día mi ángel -lo besé
Él pasó un mechón de cabello por detrás de mi oreja y acarició mi mejilla.
-Ya tenemos que volver a Hogwarts -dijo con tono de voz dulce
Hice un leve puchero robándole una sonrisa.
-¿Ya? -solté con sufrimiento
Aunque sabía que era cierto.
Nos levantamos juntos de la cama, mientras Draco hacía algo para desayunar, yo me daba un baño.
Luego de comer dejamos el palacio de mármol y con el traslador regresamos al castillo.
Draco fue a su habitación, quería asearse, y descansar un poco más.
Por mi parte fui al comedor, tenía ganas de ver a los chicos que debían estar desayunando.
Apenas puse un pie en el comedor y Tom me vió, tomó a Matheo del brazo y comenzaron a acercarse a mi.
-Mierda, por fin apareces -siseó Tom
-¿Qué ocurre? -pregunté claramente confundida
-¡No nos dijiste que te irías toda la noche! -exclamó Matheo
Ellos no controlaban esas cosas, algo había pasado.
-¿Qué pasa? -insistí
Tom se pellizcó el puente de la nariz y suspiró.
-Tuvimos una reunión con los mortifagos y no estabas ahí -explicó
-Mierda -murmuré
-Tu padre no solo canceló la reunión al instante, sino que estaba furioso -siguió Matheo
Merlín, debía pensar.
-¿Les preguntó por mi?
Antes de que me contestaran me contesté yo sola.
-Por supuesto que les preguntó por mi, ¿qué le dijeron?
-Solo le dijimos que no te encontramos -respondió Matheo
Hundí los dedos en mi cabello mientras pensaba.
-¡Convoquen una reunión para esta misma noche!
Tom y Matheo me miraron como si estuviese loca.
-Para ahora -chasqueé los dedos
-Está bien -respondió Matheo y salió del comedor
-Trata de no hacer que nos maten -pidió Tom con diversión
-A parte de inutil, cómico nacional -ironicé
Borró su sonrisa y se también me dejó.
Antes de ocuparme de mi padre tenía un asunto pendiente, mi pequeño hufflepuff.
Corrí a mi cuarto y busqué entre mis cosas unos cuantos galeones, luego con la aparición escapé de Hogwarts, terminando en el pueblo de Hogsmeade.
Caminé unos metros hasta llegar a una tienda donde se ubicaba un joyero amigo de mi familia.
Al verme me recibió con una amable sonrisa, le hice un pedido especifico y detallado.
-¿Para cuando lo necesita señorita Grindelwald? -cuestionó el señor Ring
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Grindelwald
Fanfiction-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando! -¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos -Observame.