Aparecí en la puerta de la mansión, entré y dos elfos me recibieron.
-¿Y mi padre? -cuestioné
-Está en su oficina ama Grindelwald, ¿quiere que lo llame? -inquirió el elfo doméstico
-No, yo iré, gracias.
Caminé hasta la oficina de mi padre y entré sin siquiera golpear.
-Hija -sonrió al verme
-Papá -emití poniéndo cara triste
Él a verme cambió su cara.
-¿Qué ocurrió? -indagó
Suspiré y le conté lo que había pasado, que estaba haciéndo mi trabajo de asegurarme de que Potter ganara y la chusma de la reportera publicó esa foto, diciendo cosas horribles de mi.
Exageré un poquito diciendo que todos en el comedor se habían reído de mi, pero nada demasiado importante.
Mi padre se puso furioso, me ordenó que regrese a Hogwarts en ese mismo instante, que él se encargaría de todo.
Y sabía que así sería.
Reaparecí junto a la mesa de slytherin y los chicos se sobresaltaron al verme.
-Eso fue rápido -comentó Matheo sorprendido
Sonreí y tomé asiento para ver el show que estaba por comenzar.
Las luces del gran comedor comenzaron a apagarse y a prenderse, todos entraron en pánico.
-¿Qué hiciste? -cuetionó Tom sonriendo
-Observa -sonreí
Cuando se detuvieron, la figura imponente de mi padre se presentó en el comedor, las caras de asombro y terror se hicieron presentes.
Draco me miró confundido.
-Grindelwald -pronunció Dumbledore
-Albus, ¿qué tal has estado? -cuestionó mi padre con falsa amabilidad
Pero antes de que Dumbledore respondiera él siguió hablando.
-A mi me gustaría decir que bien, pero alguien tuvo el atrevimiento de meterse con mi hija, y eso es algo que no voy a permitir, y mucho menos pasar por alto -anunció con una sonrisa
Entraron al comedor dos mortifagos, que traían consigo a la reportera insufrible, Rita Skeeter.
-Albus, ayúdame por favor -exclamó nerviosa
Dumbledore miró con semblante serio a mi padre, esperando su siguiente movimiento.
Mi padre sacó su varita y apuntó a la asustada reportera, mientras ella gritaba de forma escandalosa, él la elevaba en el aire.
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Grindelwald
Fanfiction-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando! -¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos -Observame.