Grindelwald

Capítulo 76

Desperté de la nada, mire la hora, era muy temprano. Me levanté cuidadosanente tratando de no despertar a Draco y me di una ducha.

Al salir me puse una camisa blanca, una falda negra y me peiné.

Draco aún dormía.

Me acerqué a él, dejé un beso en su mejilla y salí del cuarto.

Vagué por los pasillos hasta llegar al comedor, aún no había alumnos, solo unos cuantos profesores. Me serví cafe negro, como le gusta a Tom y tostadas con dulce, como le gustan a Matheo.

Me sentía extremadamente rara, tenía el presentimiento de que todo iba a cambiar, y no precisamente para bien.

Supe que debía ser fuerte si quería salir victoriosa y viva de esto.

Tomé una canasta pequeña de la mesa, metí en ella un trozo de pastel de calabaza, dos tostadas, una manzana verde y frutos rojos, además una taza de té verde, <<ese le gustaba a Draco>> y lo llevé a mi cuarto.

Dejé las cosas sobre la mesa de luz y lo acaricié.

-Arriba, amor -sonreí

Él bostezó y fregó sus ojos.

-Buen día -sonrió con un ojo medio cerrado

Me robó una sonrisa.

-Te traje el desayuno.

-Dios, que delicia -dijo tomándo la manzana

Acompañé a Draco mientras desayunaba y me contaba sobre un lugar que visitó hace mucho, Francia. Según él me fascinaría, y prometió llevarme.

Cuando terminó me dió un corto beso y dejó mi habitación porque debía arreglarse.

Decidí regresar al comedor, supuse que los chicos ya se habrían levantado y que Dumbledore hablaría sobre lo ocurrido en el desayuno.

Me senté junto a Leta, quien se encontraba desayunando sola, al verme sonrió y me saludó.

-Te ves linda hoy.

-Gracias -sonreí sin muchas ganas

Llegaron Matheo, Tom y Blaise, este último tenía cara de dormido.

-¿Estás bien? -Matheo tomó mi mano

Asentí y le dediqué una sonrisa, era un amor.

-¿Por qué lo preguntas? ¿te ocurrió algo? -indagó Leta

-No, Matheo solo se preocupa -aclaré

Leta asintió no muy convencida.

Llegaron Draco y Pansy juntos, seguramente se habían encontrado en el camino.

Cuando el comedor se llenó por completo, Dumbledore y los directores de Durmstrang y Beauxbantons se levantaron de sus asientos.

Dumbledore dió un paso al frente, iba a dar un anuncio o discurso.

-El día de hoy sentimos una terrible perdida, Cedric Diggory era como saben, un trabajador incansable, infinitamente honesto y lo más importante, un fiel, fiel amigo, por lo tanto tienen derecho a saber como murió..

Tom me miró.

-Sí, a Cedric Diggory lo mató Lord Voldemort.

Todos se sorprendieron y comenzaron a murmurar entre sí.

-El ministro de magia no quería que se los dijera, pero el no hacerlo lo considero un insulto a su memoria, el inmenso dolor que sentimos ante esta perdida me recuerda, nos recuerda que aunque venimos de diferentes lugares y hablamos diferentes lenguas nuestros corazones laten como si fuera uno solo, dados estos sucesos los lazos de amistad que hemos formado este año, serán más importantes que nunca, recuerden esto y Cedric Diggory no habrá muerto en vano, recuerden esto y hornaremos a un chico que fue justo y honesto, valiente y fiel hasta el ultimo momento.