Capítulo 63

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-Vete Hermione, o juro que te mato ahora mismo -solté en advertencia

Hermione sonrió con malicia y se fue.

Suspiré y volteé a ver a Draco, él comenzó a caminar.

-¡Draco! -lo llamé

Me ignoró completamente y fui detrás de él.

Lo seguí por el pasillo, las mazmorras y la sala común, hasta llegar a su cuarto, dónde me cerró la puerta en la cara.

Pero una tonta puerta no iba a detenerme.

-¡Aberto! -pronuncié

La puerta se abrió permitiendome la entrada.

Draco estaba sentado al borde de la cama con ambos codos apoyados en sus rodillas.

-¿Podemos hablar? -cuestioné mordiendo el interior de mi mejilla

Él levantó la vista y me miró.

-¿De qué quieres hablar? ¿de cómo me mentiste otra vez? ¿o de cómo te volvi a creer? Que idiota -rió de forma amarga

-No es así, dejame que te explique... -me acerqué a él

-¡Estoy harto de esto! -exclamó levantandose de la cama y alejándose de mi

Y a mi me tenía harta su actitud.

-¡Maldición! ¿Puedes escucharme al menos una vez en tu vida? -solté con exasperación

-¿Encima estás enojada? -cuestionó indignado

Tensé la mandíbula.

-¡Esto es el colmo! -soltó

-¡Imbécil! -brameé con rabia

Draco se acercó a mi y me empujó bruscamente contra la pared tomándo mi cuello con fuerza.

-Juro que tengo ganas de matarte -gruñó

Sentía sus anillos marcar el costado de mi cuello.

Lo miré a los labios y a los ojos, su entrecejo estaba fruncido, el puente de su nariz arrugado, sus mejillas rojas y sus ojos de un tono gris oscuro, estaba realmente enojado.

-Draco.. -gemí

Él me miró confundido y aún molesto.

-Cierra la maldita boca -ordenó apretando los dientes

-Oblígame -más que un reto fue una súplica

Podría jurar que vió el deseo en mis ojos.

Sin soltar su agarre, me besó de forma salvaje, un beso lleno de enojo y pasión. Jadeé al sentir sus dientes morder con fuerza mi labio inferior.

-Vas a arrepentirte tanto -murmuró en mi cuello

Mordí mi labio y me tiró a la cama.

En pocos segundos de deshizo de mi ropa dejandome completamente desnuda, expuesta a él.

Desabrochó su cinturón, bajó sus pantalones y me tomó de la cintura con fuerza entrando en mi.

Una mezcla de placer y dolor me invadió al sentirlo, pero no se conformó solo con eso, entraba y salía de mi con fuerza haciéndome gemir como nunca antes.

Quería pedirle que fuera más despacio, pero no quería que se detuviera.

Sentirlo abriendose paso en mi, con cada embestida, con cada roze, apreté las sabanas con fuerza y mordí mi labio.

Draco pareció notar lo mucho que disfrutaba y con toda la maldad del mundo, entró aún más en mí.

-¡Draco! -gemí con fuerza

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