Capítulo 30

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-Hola señorita, es un gusto tenerla devuelta, su padre la espera en la sala, y a los señores Riddle también.

-Gracias.

Los tres fuimos al salón donde todos los mortifagos estaban reunidos, con Lord sin nariz, y papá.

-Hija -exclamó contento al verme

-Hola papá -sonreí

-Hola mis niños -saludó Voldemort

-Hola papá -dijeron Matheo y Tom a dúo

-¿Para qué nos citaron a los tres? -pregunté sin darle más vueltas al asunto

-Bien, veo que seremos directos -mi padre caminaba por el salón -vamos a contarles nuestros pasos a seguir

Tom, Matheo y yo nos miramos.

-Es bastante sencillo -comentó Voldemort con una horripilante sonrisa

-Voldemort quiere muerto al niño Potter, y yo a Dumbledore -comunicó con tranquilidad

-¿Por qué? -cuestioné

Todos me miraron.

-¿Por qué? -preguntó papá como si no me entendiera

-Exacto, por qué los quieren muertos?

Reformulé mi pregunta

-Mejor dicho, ¿Para qué? -traté de sonar más clara

-Siempre tan inteligente mi pequeña, quiero muerto a Dumbledore porque él posee algo que yo deseo, y solo después de muerto lo puedo obtener -explicó él

-¿Y por qué no lo matas vos entonces? 

-Que fastidio ésta niña -masculló Voldemort

-Esa niña es mi hija, no lo olvides -le advirtió mi papá con tono amenazante

-Lo siento señor -se disculpó él

-Respondiendo tu pregunta hija, no lo mato yo mismo, porque no puedo, un juramento me lo impide, es todo lo que debés saber.

Asentí pensativa.

-¿Y por qué Potter muerto?

-Como sabes hija, él es una debilidad del Lord Voldemort -comentó papá con una sonrisa un tanto divertida

Noté como Voldemort transformó su cara, no le hizo gracia. Pero él no iba a decir nada, no le convenía contradecir a mi papá

-¿Cuál es el plan? -habló por fin Tom

-Tiempo al tiempo hijo -respondió Voldemort con serenidad

Tom volteó los ojos, ésta situación de misterio era fastidiosa.

Menos para Matheo, él estaba en su mundo.

-Esperaremos a un evento en particular, cuando llegue el momento se los diremos -finalizó papá

-¿Eso es todo? -cuestioné casi indignada de como me hicieron perder el tiempo

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