Capítulo 55

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Abrí mis ojos y tenía la cara de Tom a centímetros de mi rostro, di un pequeño salto espantada y me golpeé la cabeza contra el respaldar de la cama.

-Mierda -llevé una mano a mi cabeza

-Idiota, ¿estás bien? -cuestionó Tom observándome

-¡Cómo apareces así! -reclamé

-Lo siento querida, pero si nadie te viene a levantar dormis como una marmota.

Volteé los ojos.

-¿Me vas a dejar cambiarme o acaso querés quedarte a verme? -cuestioné divertida

-No gracias, no quiero vómitar tan temprano -respondió sonriendo

Le arrojé una almohada y se rió.

-Te espero afuera.

Asentí y salió de la habitación.

Me levanté de la cama, lave mi rostro, mis dientes y busqué mi uniforme.

Me vestí y me puse un broche de oro blanco, fue un regalo de mi padre por mi cumpleños pasado, tenía forma letra G y tenía dos pequeños diamantes a un costado.

Arreglé mi cabello con un hechizo y salí.

-Por fin -se quejó Tom rodando los ojos

-Mejor cierra la boca.

Él me hizo un gesto de disgusto y comenzamos a caminar al comedor.

Al llegar a la sala común vimos que estaba Daphne Greengrass y a su lado una chica, era delgada, de cabello castaño e inflado.

Al verme ambas pusieron mala cara.

-¿Así que vas a ir con Draco Malfoy al baile? -le preguntó la castaña a Daphne  lo suficientemente fuerte para que yo escuchase

Daphne me miro y sonrió.

Tom me tomó del brazo ignorándolas y seguimos caminando.

Apenas salimos de la sala común lo detuve.

-¿Quién es la idiota que estaba con Daphne?

-Milicent Bulstrode se llama, es su mejor amiga -respondió Tom volteando los ojos ante lo ridículo que sonaba

-Las voy a tirar de la torre de astronomía Tom.

-Está bien, pero después de desayunar, camina -ordenó

Hice mi saludo de sargento y él volteó los ojos mientras seguimos nuestro camino.

Antes de entrar al comedor volví a detener a Tom, una duda me invadió en ese momento.

-¿Qué pasa ahora? -indagó él exasperado

-Quiero la verdad, ¿cómo van con el armario evanescente?

Tom frunció el ceño.

-Tom.. ¡habla! -exigí

-No es de tu incumbencia, basta.

-Por dios Tom, ¿aún no lo hayaron? ¿saben lo que nos harán si algo sale mal? Yo te voy a ayudar a encontrarl...

-¡Cerra la boca! -exclamó

Iba a responderle una grosería, pero antes de que pudiese abrir la boca Tom me tomó del brazo y me volteó de forma brusca.

Vi al trío de oro que nos observaba.

-¡Qué rayos hacen ustedes! ¿Hace cuánto están ahí? -demandé

-¿Qué buscas Grindelwald? -cuestionó Potter interrogante

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