-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando!
-¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió
Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos
-Observame.
Había llegado el día, hoy Albus Dumbledore moriría a manos de uno de los nuestros.
Haciendo uso de mi poco tiempo, en éstos dos días, informé rápidamente a Snape sobre el plan, les expliqué a Pansy, Blaise y a los idiotas de Crabbe y Goyle detalladamente lo que debían hacer, como debían comportarse, cuando iban a entrar a la fiesta y cuando a desaparecer.
Acompañé a Draco, sabía que ésta situación no era de su agrado y necesitaba mi apoyo incondicional.
Y ultimé detalles junto a Tom y Matheo, éste último me dió la idea de provocar un apagón para regresar a la fiesta una vez que Dumbledore esté muerto.
El plan era sencillo, entrábamos a la fiesta con normalidad, en un momento de la noche Snape se llevaría a Dumbledore del gran salón y le haría una señal a Matheo, ya que seguramente el trío de oro estaría más concentrado observando a Tom, a Draco y a mi, que a él.
Al salir ellos, Matheo nos avisaría y convenientemente dos alumnos comenzarían una pelea (dos slytherin a los que Tom obligó), como San Potter no puede evitar intervenir en situaciones ajenas trataría de separarlos y en ese momento saldríamos nosotros y entrarían nuestros reemplazos.
Luego matamos al viejo, volvemos a la fiesta y ¡brindamos!
En la mañana fuimos los cuatro a comprar la ropa, Matheo, Tom y Draco trajes negros con corbata, y para mi un vestido negro con detalles en tul.
Draco se encargó de duplicar nuestra ropa para dársela también a Blaise, Pansy, Crabbe y Goyle.
Cuando por fin acabé de repartir órdenes y amenazas pude comenzar a alistarme para la fiesta.
Me di una ducha, sequé y alisé mi cabello con ayuda de un encantamiento, me puse mi hermoso vestido y me maquillé, arqueé mis pestañas, las pinté de negro y también pinté mis labios de color rojo sangre.
Golpearon la puerta repetidas veces, estaba segura de que eran mi chicos.
-Pasen.. -grité terminando de arreglar mi cabello con los dedos
La puerta se abrió y quedé boquiabierta al verlos, Tom, Matheo y Draco, se veían realmente hermosos.
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-¡Por dios! Parecen muñequitos de torta -exclamé babeada
-Te ves increíble, realmente hermosa -pronunció Draco de forma pausada observandome
-Malfoy tiene razón, ese vestido te queda muy bien -admitió Matheo sorprendido
Sonreí y miré a Tom.
-No te ves tan horrible como de costumbre -dijo él aclarando la garganta
-Ustedes se ven muy lindos, ahora vamos, tenemos un asesinato que cometer -comenté entusiasta
Todos sonreímos, menos Draco, él no estaba tan dañado psicológicamente como nosotros..
