Unos cuantos días pasaron desde la fuga masiva de Askaban.
Descubrimos lo que ocultaba el trío de oro.
San Potter había creado "el ejercito de Dumbledore", una agrupación ilícita que reunía a magos y brujas de nuestra edad demasiado inútiles para aprender a defenderse solos.
Por ende, necesitaban del mestizo cuatro ojos.
Lo que les jugó en contra es que, gracias a su insignificante club, Dumbledore fue acusado de conspiración, ya que el ministerio temía que estuviera creando un ejército para hacerse cargo del ministerio de magia.
Aunque yo sabía que Dumbledore no había creado la organización, él se responsabilizó por ella, de más estar decir que claramente no se permitió ser atrapado y escapó.
Lo que resultó en la promoción directa de Umbridge como directora de Hogwarts.
Por otra parte, la fuga de Askaban nos trajo algunas consecuencias, ya que comenzaron a correr rumores de que los mortífagos escapados habían sido vistos en Hogsmeade, e incluso que estaban usando la casa de los gritos como escondite para montar un asalto al castillo de Hogwarts.
El artículo también generó un creciente descontento con el Ministerio de magia, y muchos encontraron que la explicación de Fudge sobre el incidente era carente y comenzaron a considerar la única otra posibilidad: que la versión de los hechos de Harry Potter y Dumbledore era la correcta.
El bendito artículo también provocó que Dolores Umbridge, en su papel de Suma Inquisidora, intentara reforzar aún más su control sobre Hogwarts.
Esto condujo a la aprobación del Decreto de enseñanza n.º 26, que impedía que el personal discutiera la fuga en masa o cualquier otro tema no relacionado con su plan de estudios con los estudiantes.
Odiaba más a los decretos que a los lunes por la mañana.
Regresando a lo importante, o sea yo.
Me encontraba en mi cama, reusada a levantarme y enfrentar el mundo, hasta que golpearon la puerta.
-¿Quién es? -pregunté sin levantarme
-Mi amor, somos Matheo, Tom y yo, abre la puerta -dijo Draco desde el otro lado
-¡No quiero ver a nadie! ¡largo! -exclamé
-¿Ni siquiera a tu amado Matheito? -cuestionó Matheo
-¡Menos!
Sentí la risa de Tom del otro lado, seguramente Matheo habría hecho cara de indignado.
-¿No pensas ir a clase entonces? -preguntó Tom resignado
-No, así que dejen de perder su tiempo.
-Bien, ¡más tarde vendremos a verte! -me avisó Matheo como diciendo no te desharás tan fácil de mi
Sonreí y me acomodé en mi cama, por fin se habían ido.
O eso fue lo que creí.
-¡Alohomora! -escuché y la puerta se abrió
Draco entró con el ceño fruncido y cerró la puerta detrás suyo.
-Hola -sonreí con esa cara que pones cuando sabes que te mandaste un moco
-O te vistes por las buenas, o te visto por las malas -me advirtió
-¿Y si mejor me desvistes? -sugerí con una sonrisa traviesa
Noté como lo dudó un segundo, hasta que sacudió la cabeza entrando en razón.
-¡Sabes que me encantaría, pero no es momento!
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Grindelwald
Fanfiction-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando! -¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos -Observame.