-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando!
-¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió
Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos
-Observame.
Caminaba rápido por los pasillos, como si cada paso que diera fuese una puñalada a Draco.
En ese momento lo odié casi tanto como lo amaba.
Pero sabía que no era su culpa, al menos no del todo.
Alguien había interferido, pero él en lugar de preguntarme como fueron en verdad las cosas, prefirió actuar como idiota.
Pero ya me iba a encargar de ese asunto..
Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta que choqué con alguien hasta que terminé en el piso.
-¡Maldición! -brameé
-¿Qué demonios te ocurre? -Matheo llevó su mano a su frente adolorido
-Theo -suspiré
-¿Muy mal el castigo? -indagó
-Peor de lo que te imaginas.
-¿Qué le pasa a Malfoy? ¿Querés que lo golpeemos?
-No Theo, vamos, te voy a explicar todo
Ambos nos levantamos del suelo y fuimos al patio a sentarnos. Tom llegó detrás nuestro.
-Te estaba esperando -le reclamó a Matheo
-Ahora vamos, quiero hablar con t/n primero -le respondió
-¿Sobre qué? -indagó Tom
-Sobre Draco -respondí
Tom se sentó junto a nosotros.
-Bien.. ¿qué le pasa al idiota? -soltó Tom
Sonreí y negué con la cabeza.
-Se estuvo comportando así porque Lucius le dijo que yo estaba con él por una órden de mi padre. Él cree que estoy con él solo para volverlo un mortifago -expliqué
-¿Y es cierto eso? -preguntó Matheo
-¡Por supuesto que no animal! -fruncí el ceño
Tom me miró confundido.
-Mi padre me había pedido que lo hiciera, que esté con Draco para que se vuelva mortifago por voluntad propia, pero me negué, lo que siento por Draco no tiene nada que ver con los planes.
Ambos asintieron pensativos.
-Un momento.. ¿Lucius cómo se enteró de eso? -cuestionó Tom
-Eso voy a averiguar hoy mismo -aseguré
-¿Y si tu padre..
Interrumpí a Matheo.
-Si mi padre tiene algo que ver en esto sufrirá las consecuencias -aseguré
Tom y Matheo se miraron con preocupación.
-Ya debo irme -les informé
-Solo no hagas que te maten -pidió Matheo
-Tampoco mates a nadie -Tom sonrió
Sonreí y caminé a mi cuarto.
Al llegar me puse una sudadera, y unos jeans negros.
Con ayuda de la aparición me presenté en las puertas de la mansión Malfoy.
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