Grindelwald

Capítulo 50

Respiré.

Om.. un.. dos.. tres..

Om.. soy una Grindelwald..

Om.. matar es ilegal..

Mastiqué y me tragué mis celos e impulsos homicidas. Le iba a dar una cucharada de su propia medicina.

-Buen día -saludé con una sonrisa

Draco se sobresaltó al verme y la chica volteó los ojos.

-Amor -me sonrió

Bastardo, quería matarlo.

-Voy al comedor, nos vemos -los saludé tratando de sonar lo más tranquila posible

-Vamos juntos -él se levantó del sillón

-Draco espera -le pidió la chica rubia

Apreté los dientes.

-¿Qué pasa Daphne? -cuestionó Draco

-Quedate un momento más, aún no terminamos de conversar y quiero hacerte una pregunta -ella sonrió

-Está bien -le respondió él

Apreté los labios para no decir una barbaridad.

-Ahora te alcanzo amor -me avisó

-Está bien -respondí sonriendo aunque por dentro estaba en llamas

Seguí mi camino al comedor pensando en 17 formas distintas para deshacerme de esa Daphne. Debía averiguar quién era, y que quería con Draco.

Salí de mis pensamientos cuando llegué al comedor.

Me senté junto a Tom aún molesta.

-¿Nos levantamos con el pie izquiero hoy? -se burló él

-Dormí mal -mentí

-Dejala Tom, pobrecita -Matheo me acarició

-¿Por qué no aprendes de Matheo? -le dije a Tom

Él rodó los ojos.

-Tenes cara de cansada -comentó Astoria mirándome preocupada

-Estoy bien -la tranquilicé

Ella sonrió.

Pansy me ofreció una tostada y la tomé.

-Chicas.. ¿acaso saben quién es Daphne? -indagué haciéndome la desinteresada

-Es mi hermana -respondió Astoria sonriendo

Apreté los labios para no abrir la boca como estúpida.

-¿Tu hermana? -sonreí con los labios cerrados

Genial, esto no podía ser mejor.

-Sí, ¿por qué preguntas? -indagó ella aún con su sonrisa

-Oh, nada importante, hoy la conocí, estaba con Draco -respondí restándole importancia

-Debes tener cuidado con ella -Blaise se rió

-Blaise.. -le advirtió Pansy

-¿Por qué? -cuestioné al instante

-Daphne está enamorada de Draco hace años y no se rinde -respondió Tom disfrutando cada palabra que me decía

Si algo amaba Tom eran las maldiciones imperdonables y desestabilizarme.

Relamí mis dientes con exasperación y Astoria me miró preocupada.