-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando!
-¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió
Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos
-Observame.
-Quiero la verdad, toda la verdad -dije en advertencia
Voldemort se acomodó en su sitio y comenzó a narrar la historia.
-Intenté matar a Harry Potter cuando era un niño debido a una profecía hecha poco antes de su nacimiento. Sabía que la profecía se había hecho, aunque no sabía su contenido completo. En mi arrogancia, me dispuse matarlo cuando aún era un bebé, creyendo que estaba cumpliendo con los términos de la profecía. Descubrí, a costa de mis poderes, que estaba equivocado. Desde mi regreso a mi cuerpo y a mis poderes, he decidido escuchar esa profecía en su totalidad.
Permití que Voldemort entrara en mi mente para ver pequeñas fracciones de esa noche, la noche en la que Harry sobrevivió.
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-Eso quiere decir que es el arma que haz estado buscando desde tu "regreso".. el conocimiento de cómo destruirlo -pensé en voz alta
-Sí, pero el lazo que nos une no es lo suficientemente fuerte para que pueda obtenerla por mis propios medios.
-Bien, déjame pensar un momento..
Realmente necesitaba pensar un plan, y el hecho de que todos los mortifagos estuviesen mirándome, esperando que sacara un plan de debajo de mi manga no ayudaba mucho.
No sabía trabajar bajo tanta presión, además lo único que ocupaba mi mente era la imagen de Draco enojado, era tan sexy con su mandíbula apretada y sus anillos de plata.
-No tengo todo el día mocosa -dijo Voldemort sacándome de mis pensamientos
-¿Quieres tu profecía? Entonces debemos usar el cerebro, así que callate y escucha.
-¿Qué tienes en mente? -indagó impaciente
-Primero, que salgan todos.
Voldemort con solo verlos consiguió que todos huyeran despavoridos, mi padre me miró interrogante, al igual que Matheo y Tom, que eran los únicos que permanecieron en la sala.
-Salgan ustedes dos también -dije mirándolos
Estaban por protestar cuando Voldemort los obligó a salir.
Solo estábamos él, papá y yo en la habitación.
-Papá -dije volteando a verlo
Él sonrió levemente y dejó la habitación con gusto, supuse que se quedaría del otro lado de la puerta escuchando.
-¿Qué es lo que quieres? -preguntó Voldemort irritado
-Que te arrodilles ante mi.
Él me miró incrédulo.
-¿Qué?
-Quiero que te pongas de rodillas y beses mis zapatos.
-¿Por qué demonios haría una cosa así? ¿olvidas a quién tienes en frente? ¡Soy el mísmisimo Lord Voldemort!
