-Más grande que yo, la tierra, ¿y qué crees? ¡La estoy pisando!
-¡No podes hacer lo que te venga en gana!- reprendió
Me pare frente a él y lo mire directo a los ojos
-Observame.
Nos encontrabamos camino a la estación nueve y tres cuartos, en King's Cross.
Luego de una agotadora semana junto al insufrible ser de Matheo Riddle, no veía la hora de volver a Hogwarts.
Durante los días de receso, Tom trató de matar a Matheo en reiteradas ocaciones, yo traté de matar a Tom en reiteradas ocaciones, Matheo me lanzó a un charco de barro y lo petrifiqué por un día entero.
Iba a enterrarlo en el patio, pero Tom dijo que era "demasiado".
Como si eso fuera poco, Draco no me visitó.
Ni una sola vez.
Una semana completa sin verlo me hacía extrañarlo con ansias e incrementaba mis ganas de matarlo.
Cuando subimos al tren fuimos al vagón de slytherin, allí estaban Pansy, Blaise y <<oh, sorpresa>> Draco, con mala cara.
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Él no notó mi presencia hasta que Blaise me saludó. Volteó hacía mi y me sonrió.
-Mi amor -pronunció con alegría
Lo miré con desagrado y cuando estaba por sentarme junto a Pansy, él me tomó del brazo impidiéndomelo.
-¿Qué ocurre? -indagó en voz baja
-Nada que te importe.
Draco suspiró y me sacó del vagón. Me llevó a uno de los corredores que se encontraba vacío y allí nos detuvimos.
-Mi amor.. -chasqueó la lengua -Esa no es forma de tratar a tu novio.
-No soy tuya -respondí enojada
-Por supuesto que no -ironizó - Vamos, no discutamos en el pasillo.
Draco me arrastró al interior del compartimiento.
-¡Te esperé como una tonta! -le reproché
Draco elevó su mirada, que incluso en la tenue luz tiene un tono grisaceo.
-¿Me has echado de menos? -preguntó él
Me tomé unos momentos para pensar.
-¿Sabes? En realidad, no -mentí
Una sonrisa irónica curva sus labios.
-Te lo juro, hay pocas personas tan exasperantes como tú.
-¿Pocos? Tendré que esforzarme más -bromeé
Draco sonrió e inclinó su frente contra la mia.
-Eres mía.
Tenía sus labios a centímetros de los míos.
-Tu lugar está junto a mí, y no volveremos a separarnos.
