39.Gran idea

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Almudena
La llamada de mí hijo me llamo mucho la atención.
Hace unos años atrás había sido algo habitual en el, pero últimamente casi no me visitaba, ni mucho menos me invitaba a comer.
Y si bien habíamos quedado en almorzar con Amanda. La llamo explicándole la situación, y obviamente me entiende, y me invita a tomar el té a su casa por la tarde, a lo que obviamente acepto…
Ahora estamos llegando a mí restaurante favorito, otro detalle de el, que me alegra muchísimo.
Una vez que pedimos nuestros platillos favoritos, lo miro a los ojos y noto en ellos una tristeza y un cansancio terrible…
Almudena: hijo, que te está pasando, te noto mal.
Rodrigo; madre, he tocado fondo
Almudena: hijo no me asustes, que paso?
Rodrigo: estoy perdiendo a mí familia mamá, ángeles me pidió un tiempo, y ahora estoy viviendo en un departamento de la empresa. Me comporté como un verdadero gilipollas con cris y su pareja, he desatendido a mí esposa, y a mis hijos, y me estoy convirtiendo en una copia de mí padre. Y yo no quiero eso mamá, yo quiero tener tus valores, los que me inculcaste de chico, no quiero volverme una persona como mí padre mamá.
Almudena: a ver hijo, vamos por parte, lo que hiciste con cris y Joana, es algo que ya lo sé. Estuve tomando el té con ellas, y hablamos bastante. De verdad hijo, yo no te eduqué así, que son esos comentarios homofóbicos, y esa humillación a tu hija y su novia, que siempre fue como una hija más. De verdad, eso sería algo común para el retrógrado de tu padre, pero no para ti por favor.
Con respecto al tiempo que te pidió tu esposa, eso es algo que solo ustedes dos pueden solucionar, yo lo único que te puedo decir es que tienen que hablar mucho, y que no pueden tirar por la borda tantos años de amor, sin al menos luchar por eso.
Rodrigo: si mamá, pero ángeles no quiere solo palabras, quiero hechos, y eso es lo que voy a hacer, le voy a demostrar que puedo ser el esposo y padre que ellos necesitan.
Almudena: ya, pero hijo sabes que eso lo tienes que hacer por ti, sino no tiene sentido.
Rodrigo: lo se mamá, y yo de verdad que también quiero volver a ese Rodrigo de hace años, yo también lo extraño mamá. Mira hace cuanto que no salimos a almorzar, cuando antes era algo tan común. 
Almudena: ya debo reconocer que me sorprendió tu llamado.
Rodrigo: he sido un gilipollas todos estos años, pero después de la traición de Guillermo no supe cómo reaccionar, y creo que lo hice de la peor manera.
Almudena: esa dichosa traición que nunca me quedo clara la verdad.
Rodrigo: ya, y créeme que a mí me costó aceptarla, pero las pruebas eran irrefutables. Y de verdad que prefiero no hablar de eso madre, no me hace bien.
Almudena: está bien hijo, y a ver de qué quieres hablar.
Rodrigo: mira ahí llega nuestro pedido, comamos tranquilos, y ya después seguimos con la charla.
Almudena: vale
La verdad que el almuerzo estuvo riquísimo, y mientras esperábamos el postre mí hijo me contó sobre su encuentro con mí esposo en el club, y la verdad es que no me sorprende la reacción de José, hace años que se cómo es, y hace años que ya no espero nada de él.
Rodrigo: mamá porque aún sigues con papá, sabes que yo jamás te juzgaría si decidieras separarte de él.
Almudena: ya, pero te parece que a esta altura del partido, yo esté preparada para un divorcio.
Rodrigo: si eso hace que estés mejor y feliz claro que si, y cuentas con mí apoyo si decides hacerlo.
Almudena: ya, gracias hijo. Y entonces vas a renunciar a la empresa?
Rodrigo: si. Mí idea era renunciar solo a la gerencia, pero la verdad es que lo mejor que puedo hacer es irme de ahí, y empezar a hacer lo que me gusta.
Desde que pasó lo de Guillermo, no he vuelto a escribir, y es algo que me gustaría volver a hacer. La verdad es que económicamente estoy más que bien. No necesito de la empresa, para poder darle a mí familia lo que necesita. Y ya es hora de hacer lo que me gusta.
Almudena: pues me parece excelente hijo! Y sabes que puedes contar con mí ayuda para lo que sea no?
Rodrigo: Sisi, me gustaría que leas lo que vaya escribiendo.
Almudena: perfecto hijo. Y otra cosa, debes pedirle perdón a cris y a Joana por como te has comportado. Y entiendo que no puedas superar lo de Guillermo, pero su hija no tiene la culpa. Es una gran chica Rodrigo.
Rodrigo: lo sé. Y créeme que es algo que haré. 
Almudena: muy bien hijo, muy bien.
Luego de comer un riquísimo postre, le pedí a mí hijo que me dejara en casa de Amanda, y me sorprendió que decidió bajarse, saludarla, y quedarse a tomar un café con nosotras.
Luego de una charla amena entre los tres, Rodrigo se fue al departamento, que hacía las veces de su hogar momentáneamente, y nos quedamos Amanda y yo, y la puse al tanto de las últimas novedades…

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