81.¿Y porque no me has dicho nada?

619 38 16
                                    

Unos meses después...

Cris

Estoy regresando de visitar a mi abuela, he venido sola, porque Joana quiso quedarse con eze, en sus últimos días en la ciudad...

Lamentablemente la beca se acabó para él y para joana, pero mi novia decidió quedarse y seguir estudiando en Madrid por su cuenta, pero eze, siguió con su idea inicial, por lo cual prefirió volver a su país...

Además de Joana, otra que esta triste por esta situación es Martina, ya que en los últimos meses habían empezado una especie de relación con eze, pero lamentablemente eso no hizo que él cambiara de opinión, aunque nos prometió que iba a tratar de venir de visita pronto, y también nos dijo que podíamos ir a visitarlo cuando quisiéramos...

A mí en la universidad me va súper bien, y he retomado la escritura, y comencé un proyecto que ya tenía un tiempo de venir posponiéndolo...

Empecé a contar mi historia con joana, desde que nos conocimos, hasta la actualidad, no sé si algún día me animare a publicarlo, pero es realmente algo que me hace mazo ilusión...

A mi novia también le va muy bien en sus clases, así que ese fue uno de los motivos por los cuales decidió quedarse en Madrid, pero según ella, el más importante era sin dudas, nuestra relación, que día a día crece y se fortalece más...

Ahora, ya de vuelta en la ciudad, decidí pasarme por casa de Amy antes de ir a la casa de Joa. Joana tenía una sesión de skate con Bertha y Vero (si, esa es otra cosa que cambiaron en estos meses, mi novia y mi amiga ahora se han vuelto más cercanas), por lo que hasta la tarde no llegaría, pero lo que yo no sabía es que había habido un cambio de planes y me di cuenta de eso en cuanto entré a la casa de Joa. Ver a mi novia tumbada en el sofá, tapada con una manta y aparentemente dormida, no era algo que me esperase encontrar.

Cris: Joa. – la llamé de forma delicada, sentándome junto a ella, en un pequeño hueco del sofá. – Joa, mi vida. - volví a llamarla acariciando su brazo. Joana se despertó desubicada, mirándome algo aturdida. - ¿Qué haces aquí? –le pregunté, intentando saber que pasaba y ya muy preocupada por la mala cara de Joa.

Joana: Debo haberme quedado dormida esperándote... - me dijo volviendo a apoyar la cabeza en el sofá.

Cris: ¿Esperándome? ¿Pero no tenías una sesión de skate hoy?

Joana: Sí, pero la he suspendido. Anoche empecé a encontrarme mal y he tenido que ir al médico. – me dijo cansada.

Cris: ¿Qué? ¿Y porque no me has dicho nada? Hubiera venido directamente en vez de ir a casa de Amy. – dije frunciendo el ceño. - ¿Qué te pasa? – pregunté poniendo mi mano en la cara de mi novia, notando enseguida que estaba hirviendo.

Antes de que Joana me pudiera contestar, una fuerza mayor la llevó a levantarse del sofá de un salto y salir corriendo por el pasillo hasta meterse en el baño. Yo me quedé unos segundos sin reaccionar, hasta que escuché a mi novia en el baño y me dirigí hasta allí. La imagen de Joana con la cabeza metida en el wáter, vomitando, dejaba en claro lo que le pasaba a mi chica.

Sin dudarlo un segundo, me acerqué a ella, recogiéndole el pelo y aguantándoselo con una mano, mientras que que con la otra le sujetaba la frente en un intento de ayudarla en aquel mal trago.

Cris: ¿Estás mejor? – pregunté preocupada, viendo como Joana se reincorporaba totalmente pálida, tirando de la cadena y dirigiéndose al lavamanos para enjuagarse la boca.

Joana: No, estoy peor... - me dijo mirándose en el espejo.

Cris: ¿Qué tienes? No te habré dejado embarazada... - dije con una sonrisa divertida, bromeando, pero una mirada fulminante por parte de Joana me quitaron la sonrisa y las ganas de hacer bromas. – Vale, me callo.

Empezar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora