86.Con lluvia o sin ella...

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Cris

La lluvia de la noche anterior había cesado pero aún así el día permanecía algo nublado. La primera en despertar fui yo, pero no me moví de la cama. Me acomodé de costado con mi cabeza en una mano mientras que con la otra acariciaba la espalda desnuda de mi novia, que dormía boca a abajo con una leve sonrisa en los labios.

Era casi lo mismo que hacía cada vez que despertaba junto a ella, con la diferencia de que a veces era Joana quien me observaba dormir.

La observo de pies a cabeza, completamente desnuda debajo de las sábanas mientras me mordía el labio.

Cris: -Desnuda que no habrá diseño que te quede mejor que el de tu piel ajustada a tu figura- recordé esa frase que escuché en alguna canción y que ahora podía comprobar que era cierta.

Joana podía vestirse como quisiera, con sudaderas, con camisetas, con short o un pantalón ajustado, con tenis o sin ellos, con lo que sea, pero no había vestimenta mejor que la de su propia piel cubriendo cada músculo y hueso de su cuerpo y solo yo podía verla de esa manera, apreciar la textura y suavidad de su piel, su olor, su esencia, su calidez... todo. Solo yo podía y me sentía orgullosa por eso.

Nos cubrí a ambas hasta la cabeza con las sábanas una vez que me recosté mejor al lado de mi novia. La abrazo por la cintura pero no con intenciones de volver a dormir, sino más bien de despertarla. Dibujo un camino con las yemas de sus dedos por toda la espalda de mi novia, quien comenzó a moverse pero sin abrir los ojos.

Joana: Cinco minutos más, mi amor- pidió Joana, cerrando los ojos con fuerzas mientras yo insistía. -¿Por favor?

Cris: Por favor nada, Bianchi- susurro con diversión mientras que mi novia me tomaba de la mano para que me detuviera. -Vamos, debemos levantarnos temprano porque tenemos que ir a almorzar con mi abuela y Amanda

Joana: amor, estoy agotada por haber hecho toda la noche el amor con mi novia y estamos de vacaciones, por lo tanto quiero dormir un poquito más sapito- le dije, mientras abrazaba el cuello de Cris, mientras ella se mordía el labio. -Cinco minutos más, mi amor.

Cris: No me convencerás de esa manera- negué. Mientras comenzaba a sentir los labios de Joana por todo el rostro y cuello haciéndome ceder de a poco. -Mmm, hablo en serio, cari... No voy a... Por favor, detente. Está bien, está bien... Cinco minutos más, pero solo cinco.

Joana: ¿Qué hora es?- cuestioné abriendo un solo ojo viendo como Cris, miraba la hora en el móvil...

Cris: Son las 08:30, ¿Por qué?

Joana: Por nada en especial- respondí, ahogando un bostezo con mi mano causando ternura en mi rubia. -Pensaba que podríamos dormir un ratito más. Ven acá, abrázame que tengo frío.

Cris: Pensé que sólo serían cinco minutos- pregunté acomodándome al lado de mi novia para abrazarla por la cintura. -¿Así está bien?

Joana: Si, así está bien- respondí escondiendo mi rostro en el cuello de Cris, donde dejé un beso antes de ir quedándome dormida de a poco. –Y en realidad creo que mejor si son más de cinco minutos, porque hoy es mi...

Cris: ¿Tú qué?- pregunté con diversión cuando escucho la respiración pausada de Joana chocando en mi cuello causándome cosquillas. -Amor, ¿Te dormiste?

Pero Joana jamás contestó y yo confirmé mi sospecha segundos después de mirar el rostro sereno de mi novia durmiendo nuevamente. Le acaricio el pelo con ternura mientras que Joa se aferraba un poco más a mi cintura. Era cierto, hacía frío ese día pero extrañamente no era necesario taparse demasiado por que el cuerpo de mi novia a mi lado me brindaba el calor que necesitaba...

Empezar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora