82.Cursi Joana

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Joana

Por suerte hoy ya amanecí mucho mejor de mi descompostura, a pesar de picar a cris, diciéndole que es mala enfermera, la verdad es que mi rubia, tiene el poder de curarme solo con sus caricias...

Lo se soy una cursi, pero es que cris me tiene enamorada, qué le voy a hacer...

Ahora me encuentro trayéndole el desayuno a la cama, junto con una rosa que compré en el puesto de flores de la esquina de mi casa...

Cris: Oh, romántica Bianchi- canturrea mi rubia cuando me vio con el desayuno y la rosa frente a ella...

Yo, solo solté una carcajada contagiando a mi novia...

Cris: ¿Pretende enamorarme, señorita?

Joana: Pensé que ya lo había hecho. ¿No es usted la señorita Soto, futura señora Bianchi?- pregunté siguiendo con la broma haciendo reír aún más a Cris que olfateo la flor antes de agarrarme por la nuca para regalarme un sentido beso.

Luego del desayuno, que la verdad me salió riquísimo, habíamos quedado en ver unas pelis en la cama, pero un beso de mi novia, llevo a otro, y luego a una caricia, por lo cual decidimos saltearnos las películas y todo lo que venía con ellas, porque la petición de mi novia solo tenía una respuesta posible...

Cris: Quiero hacer el amor contigo amor... Aquí y ahora.

Después de aquella solicitud de mi novia, comencé a repartir besos tanto en sus labios como en su cuello marcando un camino que pasaba por los hombros dejando a su paso una sensación cálida que erizaba su piel. Por otro lado, cris no podía dejar quietas sus manos que ya se colaban por debajo de mi camiseta, subiéndola lentamente hasta hacerla desaparecer en una milésima de segundo...

Cris acarició mi espalda desnuda, y poco a poco fui recostándola en la cama pero sin separar nuestros labios...

Luego me hice dueña del cuello de mi rubia, mientras cris enterraba sus dedos en mi pelo, para que no me alejara bajo ningún concepto de ese sitio de su anatomía. Cris tembló cuando comencé a descender dejando un camino de besos que la estaba volviendo loca. Temblor que aumentó cuando la miré a los ojos.

Joana: Te amo- susurré...

Cris: También te amo- replico mi rubia colocándome debajo de ella y haciéndome soltar una pequeña risa...

Me beso con necesidad, con hambre mientras recorría mi cuerpo con sus manos hasta encontrar lo que buscaba. Un suave escalofrío me recorrió cuando mis pechos quedaron libres y a su total disposición, por lo que no dudo un segundo en atrapar uno con su boca haciéndome estremecer...

De un momento a otro mi rubia volvió a posicionarse abajo mientras que yo me colocaba sobre ella para la comodidad de ambas. Un leve mordisco llevó a Cris al cielo ida y vuelta.

Pero enseguida fruncí el ceño cuando me di cuenta de que Cris tenía demasiada ropa encima....

Joana: Igualdad de condiciones, amor- dije arrodillándome en la cama, mientras desabrochaba uno por uno los botones de la camiseta de pijama de cris, dejándola solamente en sujetador.

Me sentí morir cuando Cris dejo un leve mordisco en mi clavícula llevándome a clavar mis uñas en su espalda, acto que le hizo soltar un gruñido.

Yo, poco a poco fue acariciando los costados de Cris haciéndola estremecer en el camino. Llegué a donde indicaba el inicio del pantalón y lo recorrí con dedos temblorosos hasta dar con los botones que fui desabrochando uno por uno para luego dejar al descubierto las hermosas piernas de mi novia que me hacían perder la cordura, más aun cuando se enredaban alrededor de mi cintura haciéndome presa de la mejor trampa que una podría llegar a tener....

Empezar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora