Capitulo 16:

4.8K 260 44
                                    

Maratón 2/3

Pía Melina.

Año Nuevo, uno de los días donde mayormente suelo estar sola con Valeria mientras está no tarda en terminar ligándose a cualquier holidate posible que calme su sensación de vacío... Al menos las anteriores eran así. Hoy en cambio; nos encontramos rodeado de personas ciertamente no deseadas, aunque otras que si se han ganado un lugar en mi corazón... Mencionando a esas personas no deseadas me refiero al castaño que no tarda en sonreír con malicia por cada paso que doy.

—¿Acaso podrías dejar de ser tan borde y creído?

Entrecierra sus ojos ignorando mis protestas apoyando su cuerpo en el marco de la puerta.

—Solo si tu dejarás de ser tan dulce y buena.

Se encoge de hombros al notar que es obvio no puedo dejar de ser algo que va conmigo desde que la vida me obligó a madurar a la fuerza, reverberando el odio hacia su persona.

—Lo mejor es que te ignore.

Muerdo mi labio inferior encaminándome a la abarrotada cocina absorbiendo el delicioso olor a pollo con papas, perejil y algunos condimentos que no logro distinguir en su completa precisión encontrándome de lleno con la cruda realidad.

El pelirrojo me sigue cargando con él las bolsas de regalos que justo ahora no entiendo para que me interesé en comprar.

«No dejes que destruya tu paz mental»

Tomo una buena bocanada de aire sonriendo al entrar en la estancia encontrándome de lleno con una buena cantidad de comida.

—Coloquemos estos aquí.

Trato de utilizar mi tono más suave aunque en realidad quisiera gritar a los cuatro vientos de frustración por lo mal que me causa tener a este hombre aquí que solo sabe tocarme los o varios. Voy dejando los obsequios empaquetados en el mismo lugar donde descansan unos veinte más.

—Bonita decoración —susurra Peter—, aunque no más que vos.

Mi estómago se revuelve.

Sus palabras ahora mismo, unidas con sus muestras de cariño y la actitud hiriente del castaño no hacen más que empeorar mi estado de ánimo. Todo se complica cuando escucho el sonido de una arcada que me lleva a encontrarme de lleno con la mirada maliciosa del castaño.

—¿Ustedes siempre son así de....? Como se dice...

Detiene su hablar golpeando su mentón con su dedo, mientras sostiene una cerveza en su mano izquierda.

«Respira, concéntrate Pía»

—No se de que hablas.

Me volteo ignorándolo queriendo salir lo más rápido del lugar cuando...

—No debería de sorprenderme que seas una Barbie dos, supongo que es verdad de que todas necesitan un Ken aunque en el...

Aprieto mis puños incapaz de soportar más.

—No es tú problema.

Perfect Doom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora