Emboscada

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—Supongamos que tienes razón —comenta Catra, sujetando el cristal de datos justo frente a su inquisitivo ojo felino —. Entrapta consigue crearnos un arsenal con esta cosa, ¿entonces qué?

Esta sigue descansando plácidamente sobre los brazos de Adora; quien, pese a haberle cargado ya por unos cuarenta minutos de recorrido por el bosque, no parece acusar todavía de la fatiga.

—A veces me sorprende lo liviana que eres —termina por comentar la rubia, haciendo un par de levantamientos con ella.

Con una risilla bulliciosa, Catra le golpe juguetonamente con el codo para llamar su atención.

—Idiota, no ignores mi pregunta.

—No la estoy ignorando, es solo que... no lo sé. ¿Acaso no acordamos decidir juntas?

Pensativa, la felina entrecierra los ojos y considera sus opciones. Anteriormente, debían elegir objetivos que fueran geográficamente accesibles para sus ejércitos, y cuya capacidad defensiva fuese baja o nula.

—Con She-Ra a nuestra disposición y un armamento mejorado, ¡deberíamos ir a por Luna Brillante de una vez por todas!

—Mi chica es ambiciosa.

—Aunque tengo una riña pendiente con las Salinas, la forma en que nos arrojaron al agua fue humillante...

—Mi culpa, lo siento.

—¿Cuál crees tú que debería ser nuestro primer golpe?

Adora finge sopesarlo por algunos instantes, pero lo cierto es que lo tiene muy claro.

—La Zona del Terror —declara, esbozando una sonrisa codiciosa.

—¿Disculpa?

—Nuestro dominio sobre Etheria se extenderá desde la Zona del Terror, pero esta no nos pertenece.

—¿Quieres derrocar a Hordak? —cuestiona la felina.

—Por supuesto.

—Como... ¿ahora?

—No, pero pronto, muy pronto.

Para Catra, la mera idea es motivo de una intranquilidad que le resulta difícil de explicar. Siempre habían hablado sobre cómo dirigirían a la Horda juntas, cosa que solo sería posible mediante una eventual traición a Hordak; después de todo, no es como si este fichara sucesores. De todas formas, en ningún momento hablaron sobre cómo o cuándo protagonizarían ese golpe de estado... ¿cómo se derrota a alguien como Hordak?

Con un grito de sorpresa, Catra es sacada de sus pensamientos cuando Adora le arroja repentinamente hacia al frente, consiguiendo apenas caer de pie. Entonces, una gigantesca red que se encontraba oculta bajo las hojas se activa, envolviendo a la rubia con brusquedad y dejándola suspendida en el aire.

—¡Adora!

Catra muestra las garras y flexiona las piernas con intenciones de saltar en su rescate; sin embargo, alguien más se le adelanta.

—¡Ahora! —exclama una voz que reconocen al instante; se trata de Bow.

Respondiendo a su señal, un noble y blanco corcel abandona su cobertura detrás de los árboles, y no se trata de un caballo cualquiera; este posee un par de alas extravagantes con los colores del arcoíris, además de un cuerno largo y puntiagudo que sobresale de su frente. Sentados sobre su lomo yacen Glimmer y Bow, quienes afianzan firmemente una soga al cuerpo de la criatura.

—Caballito... —murmura Adora, con la mirada clavada en esos bellos colores.

Ahora lo entiende, la misteriosa presencia que ha estado sintiendo a la distancia... se trataba de ese animal, y tiene sentido, pues fue ella quien lo transformó en lo que es actualmente.

Dominio [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora