El plan de Netossa

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Temprano por la mañana, dos carruajes de lujo se acercan a lo que alguna vez fue la Zona del Terror. A bordo del primero se encuentra la familia real de Luna Brillante, acompañada de una escolta conformada por cinco guardias; detrás, les siguen sus más importantes aliados: Bow, Netossa y Spinnerella.

—Nos dirigimos a la boca del lobo —manifiesta Ángela, visiblemente preocupada.

—Querida, todo saldrá bien —le asegura Micah, acariciando su mano para consolarla —. Solo debemos apegarnos al plan.

—¡Eso es! Muy pronto tendremos a Adora de vuelta. Con su ayuda rescataremos a la tía Casta, y a Perfuma también —agrega Glimmer, derrochando confianza.

Tan pronto como recibieron la invitación, intercambiaron ideas sobre cómo proceder, y Netossa se encargó de unificarlas en una sola estrategia, como los hilos de una gran red. Es un buen plan, pero como cualquiera que involucre a los hordianos, conlleva ciertos riesgos, y eso es lo que preocupa a la reina.

En cualquier caso, los carruajes prosiguen según lo acordado, atravesando la cordillera que se encuentra en el territorio de Dryl. Conforme avanzan, el paisaje montañoso es reemplazado por una gran planicie, y la Joya de Etheria se vuelve vagamente visible a la distancia, por lo que el cochero a la cabeza escoge un sitio apartado para hacer su primera parada.

—Su majestades. Objetivo a la vista —indica este último, abriendo la ventanilla del carruaje.

—Ya es hora —responde Micah, levantándose de su asiento.

La guardia a su lado se levanta también, y le entrega una capa de cuero con un estampado rúnico bastante peculiar. Al cubrirse con ella, el rey desaparece en frente de todos, pero todavía pueden escuchar sus pasos mientras se dirige a la puerta; entonces retira su capucha, revelando nuevamente su rostro, y Glimmer suelta una carcajada cuando lo ve aparecer como una cabeza flotante.

—Mi amor. Ten mucho cuidado —ruega Ángela, con ambas manos en el pecho.

—Seré cuidadoso —responde Micah, abriendo la puerta con una sonrisa —. Ustedes también. Nada de improvisar.

Es con esas palabras que abandona el carruaje, colocándose la capucha antes de salir. A continuación, la guardia que le entregó la capa se dispone a cerrar la puerta, pero algo se lo impide.

—Puede que debamos improvisar un poco... —agrega su majestad, quien permanece invisible —. Vean esto.

Confundidas, Ángela y Glimmer bajan del carruaje para echar un vistazo. Grande es su sorpresa al descubrir que hay una isla flotando sobre la Joya de Etheria, conectada al reino por lo que parece ser un elevador. Aunque está parcialmente oculta detrás de las nubes, es bastante obvio que se trata de Mystacor.

—¿Cómo es posible? —cuestiona la reina, incrédula ante lo que ven sus ojos.

—Mystacor cuenta con un sistema de desplazamiento —explica el rey, quien ostentó anteriormente el título de Hechicero Superior.

—Si trasladaron la isla, entonces tu hermana...

—Probablemente se encuentre allá arriba.

Ante ellos se presenta una nueva disyuntiva, ¿continuar según lo previsto, o desviarse para rescatar a Castaspella? La familia real aborda el carruaje para discutir el asunto.

—No hay garantía de que mi hermana esté en Mystacor —reconoce Micah, quitándose la capa para dirigirles la palabra —. Aún así, quiero subir a buscarla. Como Hechicera Superior, tendría sentido que la mantengan cerca para operar la isla.

—¿Será prudente? Si improvisamos ahora, pondremos en riesgo toda la operación —cuestiona Ángela.

—¡El riesgo merece la pena! —interviene Glimmer, tan apasionada como siempre —. Piénsalo. Con ayuda de la tía Casta, capturar a Adora será más sencillo.

Dominio [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora