Amor conflictivo

3.5K 433 155
                                    

Para todo aquel que se encuentra en la Zona del Terror e ignora lo que se ha puesto en marcha... un vistazo al cielo parece la inequívoca señal del fin de los tiempos. Rebozando de más poder del que debiera, la Black Garnet dispara un abrumador rayo de energía que se eleva por el firmamento, destrozando el techo de las instalaciones para finalmente perderse entre las nubes, como una torre escarlata que se yergue imponente hasta el infinito.

—¡Maravilloso! —exclama Entrapta, con la mirada fija en sus monitores —. La piedra está desviando energía a una velocidad casi exponencial; sin embargo, todavía no funciona al... 100%.

—¿Eso qué significa? —cuestiona Catra, cansada de escuchar tantos tecnicismos académicos.

—Significa que las cosas se están poniendo... interesantes...

Hay un tinte siniestro en sus palabras que no hace más que aumentar la tensión en el ambiente; no obstante, ninguna de las dos da señal alguna de querer echarse para atrás.

Al transcurrir el tiempo e intensificarse el furor de la piedra rúnica, la primera en exteriorizar su disconformidad es Shadow Weaver, pero no con palabras, sino cayendo repentinamente de rodillas.

—No... deténganlo... —ruega entonces, con un tono agónico y desesperado.

La gema incrustada en su máscara comienza a apagarse cuando, sin poder hacer nada al respecto, siente el poder de la Black Garnet abandonando su cuerpo.

—¿Estás bien? —pregunta Scorpia, apresurándose para ayudarle a ponerse de pie.

Catra dirige su mirada hacia Entrapta, como si esperara algún tipo de explicación de su parte; sin embargo, la joven princesa se encuentra completamente ensimismada en los datos inéditos que arroja el experimento.

—Increíble, ¡mi hipótesis es correcta! —afirma, sacando su grabadora de bolsillo mientras se deja caer sobre una silla rodante —. Con la Black Garnet funcionando al 200% de su capacidad, el precario equilibrio que gobierna las funciones naturales de Etheria ha sido convertido en un completo caos.

—¡Tradúcelo! —ordena la felina, arrebatándole el aparato con brusquedad.

—Ahm... al hacer a la Black Garnet más poderosa, hemos agotado el poder de las piedras rúnicas de las otras princesas, alterando así el equilibrio del planeta.

—Espera... ¿me estás diciendo que las princesas se encuentran ahora vulnerables?

—¡Correcto! No tienes que preocuparte por mí o por Scorpia; yo no tengo piedra rúnica y ella parece haber perdido su conexión con la Black Garnet, si es que alguna vez la tuvo.

—Esto es perfecto... —murmura Catra para sus adentros, sonriendo ruinmente al pensar en la oportunidad que se les ha presentado.

No muy convencida, Scorpia deja a la casi desfallecida hechicera en manos de uno de los guardias que esperan afuera, para seguidamente regresar y dirigir su atención a los monitores que cuelgan de la pared.

—Catra, ¿estás segura de esto? —cuestiona, preocupada por lo que muestran las pantallas.

Maremotos, tormentas de fuego y terremotos son tan solo una pequeña fracción de lo que se ha desatado en el exterior; Entrapta no bromeaba, realmente acaban de abrir la caja de Pandora.

—Vamos, quiero verlo yo misma —responde la felina, liderando el camino hacia una de las terrazas que rodean la habitación.

Allí, ambas contemplan el sobrecogedor paisaje de un cielo densamente nublado que, incapaz de contener un poder de tal magnitud, libera parte de este arrojando violentos relámpagos carmesí. Entonces, incluso en medio de semejante pandemonio meteorológico, Catra consigue distinguir una figura acercándose desde el horizonte.

Dominio [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora