Por más tiempo del que muchos quisieran recordar, el implacable avance de las fuerzas hordianas infundió terror en el corazón de todos los grandes reinos de Etheria, quienes debieron observar impotentes cómo sus poblados vecinos caían ante las tropas invasoras. Aunque Hordak jamás consiguió apoderarse de un reino importante, aparte de la Zona del Terror, todos sabían que se volvía más fuerte con cada conquista y que, eventualmente, acumularía el poder necesario para arrasar con todo a su paso.
A pesar de su simpleza, esa estrategia resultó efectiva contra los etherianos y su prácticamente nula experticia militar, producto de varios siglos de sana convivencia. Tan efectiva, de hecho, que los grandes reinos se hallan ahora desconcertados por el repentino cambio en sus tácticas. En un principio, dicho cambio significó un respiro para los rebeldes y sus aliados, pues las tropas hordianas detuvieron su avance hacia nuevos territorios y se replegaron hacia el suyo propio; sin embargo, mientras todos disfrutaban de esa paz artificial, los hordianos orquestaron un golpe sin precedentes, conquistando no uno, sino dos reinos en apenas un día.
Las noticias sobre lo ocurrido en Plumeria y Mystacor se esparcieron rápidamente por Etheria, y los reinos restantes comenzaron a sentir como si una soga les apretara el cuello; después de todo, cualquiera podría ser el siguiente en caer. Como no podía ser de otra forma, en Luna Brillante también se debate sobre cómo proceder a continuación, pero los eventos recientes han vuelto a la reina más indecisa si cabe, lo que a su vez ha provocado que las discusiones con su hija se vuelvan cada vez más recurrentes.
—¡Pero mamá...!
—¡He dicho que no! Nadie pondrá un pie fuera de Luna Brillante.
Reunidas en la mesa de guerra con su círculo de confianza, Glimmer y Ángela se han enfrascado nuevamente en una acalorada discusión; esta vez, sobre si deberían enviar a un equipo de búsqueda (ergo, Glimmer y Bow) para rescatar nuevamente a Adora.
—¿Y qué se supone que hagamos? —reclama la menor, visiblemente frustrada —. ¿Quedarnos aquí sin hacer nada mientras los hordianos preparan su próximo golpe?
—Si se hubieran quedado aquí como les ordené, Adora jamás habría destruido los espejos lunares en primer lugar, y Mystacor habría permanecido oculto entre las nubes.
—¡Eso no es justo! Cometimos un error, pero al menos nosotros intentamos hacer algo.
—¡Suficiente! —exclama su madre, quien se pone de pie y extiende sus alas con una expresión severa —. Ya tomé mi decisión. Hasta que no demos con un plan sólido, reforzaremos nuestras defensas y nos mantendremos alerta ante cualquier posible intento de invasión; mientras tanto, tú te quedarás dentro del castillo, ¿te quedó claro, jovencita?
—¡Pero...!
Antes de que Glimmer pueda replicar, Bow toma su mano con gentileza y niega con la cabeza, convenciéndola de que esa discusión no les llevará a ninguna parte. Resignada, la joven princesa respira hondo y, habiéndose tranquilizado, resuelve levantarse de su asiento.
—Vámonos, Bow —expresa finalmente, tirando de su mano para llevarle consigo —. Aquí a nadie le importa lo que tengamos que decir.
—A-Ah... con permiso, su majestad —responde el arquero, reverenciando a la reina antes de partir.
Ángela se acaricia las sienes mientras les observa marcharse, haciendo también un esfuerzo por tranquilizarse. Aunque solo intenta proteger a su hija, puede entender su urgencia por rescatar a Adora; después de todo, también quisiera tenerla de vuelta, no solo por la amenaza en la que se ha convertido, sino también por el valor que le inspiraba verla afrontar cada problema con la frente en alto.
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Dominio [Catradora]
أدب الهواةCuando piensas en un villano, ¿qué te viene a la mente? ¿Crees que los actos ruines crean a un villano? Las aspiraciones egoístas, ¿quizá? O puede que sean sus intenciones, la medida en que justifica sus actos con un fin mayor. Lo cierto es que no e...