Narra Violetta
Estaba muy indecisa en estos momentos. Para mí era una gran oportunidad, pero significaba dejar muchas cosas atrás. No puedo negar que lo primero en lo que pensé fue en León. ¿Qué pensaría él? ¿Me detendría? ¿Me dejaría ir? Me dolía demasiado pensar que me a lo mejor tendría que olvidarme y dejar atrás a León. ¿Tendría que irme? ¿Él merece tanto la pena como para dejar un gran sueño? ¿Lucharía por mí? Se me pasaban tantas preguntas en ese momento por la cabeza.
Estaba sola en la sala de canto. Ya era de noche. No había absolutamente nadie allí. Yo y mis pensamientos, Yo y mi decisión. Yo y nada más que yo.
Agarré mi celular y marqué el número de mi padre.
Primer pitido
Segundo…
-¿Vilu?-escuché- ¿Pasó algo? ¿Dónde estás?
-Todo está bien papá- dije secamente
-No lo parece- respondió.
-Pablo habló conmigo… y me dijo que uno de los representantes que visitaron el estudio, me quiere en Madrid- solté sin más.
-Eso es genial Violetta- casi chilló- Es una noticia increíble.
-¿De verdad?- fruncí el ceño
-Claro que si- defendió su opinión- ¿Por qué no lo iba a ser?
No pude responder, aunque se me ocurrían tantas respuestas a esa pregunta.
-Te preocupan tus amigos- ni si quiera sonó como una pregunta, él ya lo sabía.
-Sí- confesé- y…
-León- espetó.
-¿Cómo sabes?- le interrogué
-Lo sé- me dijo simplemente- sé que nunca le olvidaste mi vida. Un padre lo sabe todo cielo
-Es que él ahora está con otra chica papá- hice una pausa- no tengo nada que hacer- suspiré- le rompí el corazón, le dije que ya no lo quería, que no era nada para mí, cuando en realidad lo era todo- una lágrima se deslizó por mi mejilla- mi papá seguía esperando, sin decir nada, él sabía lo que yo iba a decir y estaba esperando para escucharlo- yo le amo.
-Violetta- dijo de repente
-Dime
-Deberías venir a casa- me ordenó- hablaremos sobre esto aquí. Será mucho mejor.
-Ok papá, recojo unas cosas en el estudio, paso por casa de Francesca y voy para allá- dije- llegaré sobre las 20:30
-Bien Violetta, te quiero- contestó
-Y yo- acto seguido colgué el teléfono y suspiré.
Narra Lara
-¿Con qué Madrid?- me dije a mi misma
Había escuchado absolutamente toda la conversación que Violetta había tenido con su padre por el teléfono. Tenía que hacer todo lo que esté en mi mano para que ella se fuese lejos, muy lejos, lo suficiente para que León sea solamente mío y de nadie más.
No podía dejar que ella me lo arrebatara.
Narra Violetta
Recogí mis cosas en la clase de canto y cuando llegué a la puerta giré sobre mí y observé la sala. Este había sido mi lugar, aquí empezaron todos mis sueños. Nuevamente solté mi cartera en el sillón que había al lado de la salida de la sala y me puse tras el piano.
