Fallo

2.5K 113 4
                                        

Narra León

Vi como Violetta se acercaba a mí, en sus ojos vi miedo al acercarse. Yo cerré  mis ojos y me acerqué a ella para que no tuviese miedo. Abrí mis ojos y ella había cerrado los suyos. Cuando ya casi estábamos pegados, cuando ya nuestras respiraciones se juntaron, cuando ya nuestras narices se rozaron, cuando ya notaba su labio superior pegado a mi labio inferior… la banca se volcó. ‘’ ¿POR QUÉ MIERDA TENGO TAN MALA SUERTE?’’ refunfuñé.

-Violetta, ¿estás bien?- dije desesperado. Ella había quedado justo encima de mí, pero su cabeza había golpeado el suelo.

-Sí, León- respondió en mi pecho- ¿tú estás bien? Te has llevado todo el golpe- dijo preocupada.

-No te preocupes estoy bien- ella levantó su rostro, estaba a milímetros del mío. Me percaté de que ella había enrollado sus manos en mi cuello y yo la agarraba por la cintura. Sus dos piernas estaban entre mi pierna derecha.

Nos quedamos mirándonos fijamente hasta que apareció.

-Vaya, vaya- dijo el chico que estaba obsesionado con Violetta… ¿Tomás? No recuerdo su nombre.

Ella se incorporó y me ofreció su mano para levantarme.

-¿Qué quieres ahora Tomás?- refunfuñó.

-Y después me dices que no son nada- dijo asqueado.

-La banca se volcó-respiró enfadada- además no tengo que darte ninguna explicación. Ya te dije lo que pensaba. Vete, ahora.

-Ten cuidado con lo que haces con Violetta- me amenazó.

-¿No has escuchado a Violetta?- me defendí- largo de aquí- dije señalando dirección a la contraria de Tomás.

Tomás me fulminó una vez más con la mirada y se fue por donde mismo había venido. Miré a Violetta y vi que se le había humedecido los ojos.

-¿Qué pasa?- dije preocupado- ¿Hice algo malo?

-No…- dijo, casi ni podía hablar- es que siempre te hago pasar un mal momento. Lo siento, todo es culpa mía.

-Claro que no, ¿qué dices?- la rodeé con mis brazos y ella apoyó su cabeza en mi pecho- nada que ver.

Narra Violetta

Me sentí tan protegida en los brazos de León. No quería moverme de allí, solo quería que Tomás me dejara en paz de una vez. Quería que dejara de molestar a León cada vez que nos viese juntos, quería, quería… ¡NO TENER TAN MALA SUERTE!

¿Por qué la estúpida banca tenía que haber volcado? ¿Qué mierda hice en mi otra vida para que me sucedan estas cosas?  Pensé que antes de llegar al estudio…

-Mierda, el estudio- dije separándome de León y mirando la hora- León quedan 10 minutos, debemos apurarnos, vamos a llegar tarde.

-Vamos- dijo León.

Llegamos al estudio justo cuando sonó el timbre. ‘’Por los pelos’’ pensé. Antes de dirigirme a mi clase, me volví para despedirme de León.

-Nos vemos después- sonreí, sonó como una pregunta.

-Claro- se acercó y me besó la mejilla.

Era tan perfecto. Me quedé allí embobada mirándolo mientras se iba a su clase-le amo tanto- no podía estar sin él. Espera, ¿qué dije? Que le amo.

-Hola Vilu- apareció Francesca.

-Hola Fran, me asustaste.

-¿A quién mirabas?- dijo golpeándome el codo con una sonrisa picarona.

-Yo… a nadie- rodé los ojos nerviosa.

-Vi como León te dio un beso en la mejilla- dijo finalmente- ¿son novios?- dijo esperanzada

-No… bueno no sé…- suspiré- no sé lo qué somos.

-Necesito detalles, no entiendo nada Violetta.

-Señoritas- dijo el profesor- ¿no piensan entrar?

Fran y yo asentimos con la cabeza y entramos en clase. No pude concentrarme en toda la clase. En mi cabeza solo estaba él.

Narra León.

Cuando besé la mejilla de Violetta, no pude evitar tocarme los labios como un estúpido. Sentí un cosquilleo en la panza. A su lado soy tan… feliz.  No sé, simplemente la necesito, necesito hacerla feliz, necesito hacerla mía. 

El profesor al fin entró en la clase y nos dispusimos a dar la clase, aunque para mí esta fue un desastre. No me podía concentrar. Intenté por todos los medios olvidarme de ella aunque sea unos minutos, pero no podía. Mi mente divagaba en los recuerdos de Violetta. Ella y yo en la banca por primera vez, cuando le besé la mejilla por primera vez, cuando nos chocamos por primera vez en la puerta del estudio, cuando chocamos por segunda vez en la calle-que se raspó el brazo-, cuando Tomás le gritó en la calle y yo la consolé, cuando estábamos en su casa y por primera vez ella me abrazó, cuando casi nos besamos en su habitación… cuando hace un momento casi nos besamos en la banca y esta se volcó y ella quedó justo encima de mí. Sonreí tontamente y mis mejillas cogieron un color rojo vivo.

Ya está. Tengo que decirle lo que siento, no sé a qué estoy esperando, ¿por qué soy tan cobarde?

Sonó el timbre y salí al pasillo. Vi a Violetta hablando con alguien y estaba asustada, me viré para ver quién era la persona con la que estaba hablando y era Lara. ¿Qué hace Lara hablando con Violetta? Me acerqué mejor para escuchar.

-Espero que te haya quedado claro- le dijo amenazándola- no te acerques a León. No le hables, no le mires e ignóralo. Si él te pregunta por qué no le des ninguna explicación. ¿Entendiste?

Violetta se quedó callada y yo me puse detrás de Lara. Esta se dio la vuelta.

-¿Por qué Violetta tendría que hacer eso?-

-Emm, yo León… puedo explicártelo-dijo nerviosa.

-No me tiene que explicar nada, desaparece- le dije

Ella se fue y miré a Violetta.

-¿Estás bien?- dije

-Sí León, gracias- me abrazó.

-De nada-besé su coronilla- te quiero- dije sin pensar.

Ella miró hacia arriba. Estaba esperando una respuesta negativa pero ella solo sonrió.

-¿Vamos a clase de baile?- dijo. ¿Por qué no me dijo que ella también? ¿No me quiere? No le molestó que se lo dijese… no entiendo.

-Si vamos- dije fingiendo una sonrisa.

Espero que les esté gustando la historia. No saben lo que se viene. ¡Tremendo! Les va a encantar, estoy segura.

3 votitos y sigo ❤️

Leonetta, es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora