El alta

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Maratón (2-3)

Narra Violetta

-A la tarde me dan el alta- me dijo León.

Ahh, era eso. ¿Por qué siempre soy tan dramática?

-Que bien amor- sonreí- me alegro tanto.

-Te quiero.

-Yo también León.

-¿Tú también qué?- se rió

-Que yo también te quiero- le besé la mejilla.

Entonces tocaron la puerta. Era el doctor de León.

-¿Se puede?- habló amablemente.

-Por supuesto- le sonreí y me aparté para que hablará tranquilamente con León.

-Bueno esta tarde ya puede irte como te han dicho los demás médicos- dijo- ¿estás contento?

-Sí, muy contento- contestó León.

Ellos siguieron conversando y yo salí fuera para avisar de Cami y a Fran de que todo iba bien y de que se trataba el mensaje de León.

''Falsa alarma. León solo me quería decir que hoy le daban el alta por la tarde. #Nomásdramas'' – escribí en el mensaje.

Acto seguido me contestaron enseguida.

''And the oscar's goes to... VIOLETTA CASTILLO'' escribió Fran.

''APLAUSOS'' dijo Camila.

Me empecé a reír como una loca yo sola en medio de la calle con mi celular.

''Ok, vale tenían razón''

Guardé mi celular y volví a entrar a la habitación de León. Al pasar por el pasillo me encontré al doctor que me comentó que León se encontraba perfectamente y se despidió cordialmente de mí.

Entré a la habitación de León y estaba acostado en la camilla.

-Hey- dije.

-Tengo unas ganas tremendas de salir de aquí, quiero acostarme en mi cama y no en esta. Y de lo que más me quiero deshacer es de esta dichosa maquinita.- señaló a la máquina que controlaba el pulso y las constantes vitales.

-Esta tarde salís de acá y te llevó directo a tu preciada cama- sonrió.

-¿Te quedas a dormir en casa hoy?- me preguntó

-Hoy no puedo León, tengo un par de cosas que hacer, pero me quedo con vos un rato en la tarde.

-Bueno- frunció el ceño- me conformaré.

Le acaricié el pelo y sonrió.

-Bueno me tengo que ir, mi papa me está esperando para comer. ¿Necesitas algo?

-Sí

Le miré a la espera de que me dijera lo que necesitara

-Que no te vaya- me mordí el labio- no me dejes aquí solito.

-León- le miré triste- después vuelvo.

Me puso carita de pena. Ay no, odio que haga eso. De repente entraron Broduey y Maxi.

-Bueno, parece que no te quedas solito- le saqué la lengua- hola chicos, llegaron en buen momento para hacerle compañía a León que se siente solo.

León empezó a reír a carcajadas y yo me uní.

-¿De qué se ríen chicos?- pregunto Maxi

-Nada amigo- dijo León. Broduey y Maxi se miraron desconcertados.

-Chau chicos - dije- chau amor- y le di un beso en la frente.- Nos vemos a la tarde.

Y me fui del hospital.

Narra León

-¿Qué hablaban amigo?- dijo Broduey.

-Nada, diciendo pavadas, no se preocupen- se rio León.

-Me alegra ver que están juntos nuevamente- Maxi

Sonreí como un tonto y empecé a pensar lo que vendría ahora en adelante.

Ahora si soy feliz

Leonetta, es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora