Bueno, he visto que todos querías una maratón y aquí está. Espero que la disfruten !!
Maratón (1-3)
Narra León
-¿Y bien?- preguntó mi madre.
La miré confuso, ¿qué se suponía que me estaba preguntando?
-¿Y bien... qué?- arrugué el entrecejo.
-No seas tonto- me regañó mi madre- ¿ya lo habéis arreglado?
Abrí la boca para responder pero la verdad es que no estaba seguro de ello. ¿Violetta y yo volvimos a ser novios o no? Ya sé que nos habíamos besado y durante un largo rato pero la verdad es que después del beso no pudimos hablar sobre ello. Tengo que admitir que me muero de ganas de volver a estar con Violetta. Ella y yo nos entendemos bien y la verdad es que no podíamos estar el uno sin el otro.
-La verdad es que no lo sé mamá...
-Hijo...-hizo que le mirara-¿a qué esperas? Violetta en estos momentos debería estar en Madrid y no lo está, está aquí contigo. Lleva acá en el hospital desde que te trajeron hasta que has despertado solo para saber si estás bien. ¿No te das cuenta de lo que te ama León?
Lo que me dijo mi madre me hizo pensar y sobretodo recordar por qué fui a buscarla al aeropuerto antes de que se fuese... tenía que recuperarla. Ya estaba harto de esperar para estar con ella... primero Lara y ahora este estúpido accidente. ¿Qué más iba a pasar antes de que le pidiese a Violetta que volviese conmigo?
Al parecer mientras yo filosofaba conmigo mismo mi madre me siguió hablando, de Violetta me supongo, pero yo no lo estaba haciendo caso. Estaba inmerso en mi mundo y no podía escuchar nada y tampoco quería.
-Como no me estas escuchando voy a irme para que descanses- me dijo mi madre algo molesta
-Perdón mamá- de verdad lo sentía- es que tengo muchas cosas en la cabeza.
-Lo sé- se acercó a mí y me dio un beso en la frente- sabes lo que tienes que hacer... solo hazlo.
Entonces mi madre fue hasta la puerta y desapareció tras ella, dejándome solo allí, entre aquellas cuatro paredes junto con mis sentimientos. Desearía que Violetta ahora mismo estuviese ahí conmigo, para decirle todo lo que siento y lo que me pasa. Solo quiero poder besarla cuando quiera, abrazarla cuando tenga miedo, estar con ella en todo momento... simplemente solo deseaba tenerla conmigo.
No podía ser su amigo, aunque lo hayamos intentado anteriormente. Lo que sentíamos el uno por el otro era más fuerte que una simple amistad. Ella me hacía sentir vivo, simplemente me hacía sentir. Mi corazón no fue creado para más nadie que no fuese ella. Se lo había ganado por completo y siempre iba a ser de ella.
Aún recuerdo nuestro primer beso
*Flashback*
-Violetta...- murmuré
-¿Sí?- nuestras frentes estaban pegadas y nuestros labios casi se rozaban.
-¿Quieres salir conmigo?- pregunté
-Sí...- y no pudo decir nada más porque de repente la besó.
Ya no podía más. Perdí el control al escuchar un ''sí'' saliendo de la boca de Violetta. Le besé. Sí, la besé y me sentí en el cielo. Primero fue un beso tímido, pero con intensidad. Ese beso fue como si los dos los necesitásemos, como si lo hubiésemos anhelado tanto tiempo. Después me abrí paso a su boca y ella me dejó entrar. Empezamos una pelea con las lenguas. Dios que bien besaba. Me sentía tan torpe mientras le besaba, me sentía como si la estuviese cagando, pero no quería estropear ese momento.
Fue perfecto.
