Maratón (2-3)
Narra Violetta
Estaba en la cafetería del hospital en estos momentos y la verdad es que no tenía nada de hambre. Tenía el estómago revuelto.
Mi padre se acercó a mi acompañado de un pequeño pastel de carne. Puede que sea mi comida favorita... pero ningún pastel de carne se compara al que prepara Olguita, jamás. Siendo sincera tenía una pinta excesivamente horrible, se notaba que le faltaba fuego... bueno qué esperar de la cafetería del hospital.
-Papá- llamé su atención- eso tiene una pinta asquerosa.
Mi papá empezó a reír sin parar. La verdad es que siempre me había considerado una chica muy directa, lo solía decir todo ahí sin más. No pude evitarlo, casi se me escapó.
-Yo te quiero- dije- pero no me pienso comer eso.
-La verdad-comenzó a hablar mi padre- es que tiene una pinta muy mala- me admitió- pero debes comer algo Violetta.
-Esto es como comer acelgas- le respondí.
-No será para tanto- añadió.
Suspire y agarré el tenedor para comenzar a comer. Ya que me lo había comprado no le iba a hacer el feo de dejarle la comida allí. No sabía tan mal, pero tampoco sabía bien. Era como comer ensalada por ejemplo, no llega a ser tu comida favorita pero tampoco llega a ser tan malo como comer algo que odies. Es la típica comida que te es indiferente.
-¿Y bueno?- dijo mi padre- ¿Cómo va todo? ¿Algo que contar?
Se estaba comportando de una forma bastante rara.
-Pues no- le respondí.
-¿No has arreglado aún las cosas con León?- ya sé de dónde había sacado lo de ser tan directa.
-Papa...- me quejé.
No tenía ganas de hablar de León, y además ni sabía qué decirle. Se supone que León y yo nos habíamos besado, se suponía él había venido a buscarme al aeropuerto para que no me fuese, se suponía que me había dicho que me amaba... ¿qué se suponía que éramos?
-Violetta- me llamó- León te ama. Tú fuiste la primera persona por la que preguntó después de despertar del accidente. Te fue a buscar al aeropuerto y si se quería despedir tan solo tenía que llamarte por teléfono.- eso me hizo pensar- ¿Qué estás esperando? ¿A qué el tiempo pase y después arrepentirte de lo que podrías haber tenido? No Violetta, reacciona.
Mi padre tenía razón, ya era hora de reaccionar. Era hora de luchar por lo que quería, estaba harta de sufrir y de escapar de lo que me hacía daño. No puedo estar sin León, le necesito a mi lado. Necesito ver su sonrisa todos los días, necesito estar entre sus brazos y fundirme en sus besos. Quiero poder estar con él siempre que quiera, quiero sabes que él nunca me va a faltar.
Narra León
Las maquinitas de la sala me estaban poniendo realmente nervioso. Ya no podía soportar más el ruidito.
Así que decidí cantar un poco para parar de escucharlas un rato y además estaba muy aburrido, me tendría que entretener con algo.
Entonces comencé a cantar.
''No me digas lo que piensas, creo que lo sé.
Solo mírame un instante
Y adivinaré.
Qué difícil fue querernos y dejarnos de querer.
Y al final de este camino encontrarnos otra vez''
Entonces la puerta se abrió y escuché su voz.
''En tus ojos no hay secretos, yo lo puedo ver
Siempre tienes la palabra, que me hace sentir bien
Qué difícil fue querernos y volvernos a querer
Si el amor es verdadero, todo puede suceder...''
Entonces comenzamos a cantar a dúo.
''Quédate junto a mí, paso a paso en el camino,
Voy a hacerte feliz y que el miedo esté prohibido
Abrázame y verás, que eres lo que necesito
Y no encuentro la manera de decir,
Tú le das luz a mi vida... desde que te vi...''
