Narra León
-León, esto es muy difícil- se quejó Violetta
Mientras yo le estaba agarrando la bicicleta por un lado para que ella no se cayese de ella. Le era incapaz mantener el equilibrio, pero era normal, ya que nunca había montado.
-León- dijo- me voy a matar.
-Violetta-respiré hondo- pon un poco más de esfuerzo ¿quieres?
Me miró con reproche y siguió intentando montar. Después de un par de veces pasando por el mismo sitio le fue cogiendo el truco. Todavía le temblaban un poco las manos en el manillar y se le tambaleaba la bicicleta pero conseguí aguantar bastante bien.
-¿Crees que puedes sola esta vez?- pregunté
-Creo que si- respondió.
Así que esta vez le di un pequeño empujón y empezó a andar sola. Me quedé parado mirándola desde atrás. Estaba montando en bici sola. No pude evitar sonreír.
-León- gritó- lo estoy haciendo, ¿me estás viendo?
-Si- me reí.
Violetta empezó a pasear con la bicicleta de un lado para otro. Se me formó una sonrisa de oreja a oreja al ver a Violetta tan contenta montando. Empezó a dar vueltas y a pasar a mi alrededor, parecía que no había aprendido hoy, parecía que llevaba tiempo montando.
Me despisté un minuto al ver que me llamaban al celular. Era mi madre, llamaba para preguntarme si iba a llegar tarde para cenar juntos. Le había dicho que estaba con Violetta en la plaza y me dijo que la invitara a cenar si quería. Mi mama había hecho pastel de carne, justamente el favorito de Vilu.
'BOOM'. De repente se escuchó y vi a Violetta en el suelo
-¡Violetta!-grité y me acerqué rápidamente a ella.
-Estoy bien- se rio
-¿Segura?- chequeé todas sus extremidades- ¿te lastimaste?
-Si-sonrió, se levantó y fue a montar en la bicicleta otra vez.
-Violetta- evalué- deberías parar un poco.
-¿No quieres montar conmigo?- me puso una sonrisa de oreja a oreja
Me quedé mirándola y puso ojos de cachorritos. Rodé los ojos.
-Está bien- yo también era un niño pequeño
-Si- festejó Violetta
Subí a la bicicleta y Violetta se puse detrás. Empecé a manejar la bicicleta y Violetta me agarró fuerte por la cintura. Empezamos a reír, nos lo estábamos pasando muy bien, hacía tiempo que no lo pasábamos tan bien. No paraba de reír en ningún momento.
-Hey vilu- dije mientras manejaba.
-¿Qué pasa?- preguntó
-¿Quieres venir a cenar hoy a mi casa?- pregunté
-Claro- sonrió- tengo que llamar a mi papa de todas maneras.
-Si obvio- respondí.
**
Pasado un rato ya, habíamos ya guardado la bicicleta y nos dirigíamos a mi casa. Ambos estábamos callados y cogidos de las manos. No teníamos nada que decir. ¿Saben esa sensación de estar con alguien sin hablar y estar agusto solo con su presencia? Pues eso me pasaba. Paseábamos callados y tan felices, disfrutando cada uno de la compañía del otro. Me sentía completo.
Ya habíamos llegado a mi casa y estaba sacando las llaves para abrir la puerta. Una vez las introduje, mi madre nos abrió la puerta y se llevó las llaves hacia adentro quedando mi mano en la posición para girar la llave.
-Mamá- puse mala cara- ¿por qué no abres antes de que ponga las llaves?
-No seas regañón León- me regañó- Hola Violetta querida- abrazó a Violetta- que sepas que hice pastel de carne para cenar.
-Gracias Cecilia- sonrió de oreja a oreja y mi madre se la llevó con ella a la cocina.
-Yo también me alegro de verte mama- susurré enfadado.
-Te he escuchado León- habló desde la cocina.
-¿Tienes un aparato ultrasonido o qué?- le respondí.
-Obviamente- se rio de mi.
Quité las llaves de la puerta y cerré. Subí a mi cuarto y dejé todas mis cosas allí. Además acomodé un poco la habitación, estaba bastante desordenada. Acto seguido, bajé las escaleras hacia el salón donde había escuchado a mi madre y a Violetta hablar. Estaban muy entretenidas viendo un programa sobre el amor. ''Mujeres'' dije para mis adentros. Se trataba de una mujer que se había enamorado de dos hombres y la familia tenía que decidir quién era mejor para ella haciéndole pasar unas pruebas de valentía y lealtad.
Me senté al lado de Violetta y me puse a ver el programa también. Siendo sincero, no me quedó más remedio. Aunque de repente quitaron el programa para emitir una noticia de última hora.
NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA
INTERRUMPIMOS ESTE PROGRAMA PARA INFORMAR QUE UNOS PRESOS HAN ESCAPADO DE LA PRISIÓN DE BUENOS AIRES. SE LES ACONSEJA A LAS FAMILIAS QUE NO SALGAN BAJO NINGÚN CONCEPTO A LA CALLE Y QUE CIERREN TODAS LAS PUERTAS Y VENTANAS DE LA CASA.
-¿Qué es lo que ha pasado?- preguntó la entrevistadora al responsable de la cárcel.
-Los fugitivos se han escapado hace unos 20 minutos. Todavía se están analizando las pruebas pero parece que lo tenían planeado desde hace bastante. Es obra de un genio, ya que jamás había salido nadie de esta cárcel, de hecho es de máxima seguridad.
-Woo- dijo Violetta- debería volver a casa.
-¿Estás loca?- le respondí- no puedes salir ahora. Te quedas a dormir aquí.
-Estoy de acuerdo con León- correspondió mi mama- de hecho, voy a cerrar todas las puertas y las ventanas.
-Pero no tengo nada para cambiarme- se quejó- y no he avisado a mi padre.
-Avísale y mi mama puede darte algo.
Violetta llamó a su padre y evidentemente estuvo de acuerdo con quedarse hoy aquí.
