Narra Violetta
Cuando vi aquella silueta en la puerta me apresure en meterme por el hueco, pero estaba muy complicado. Era demasiado pequeño y no lo iba a conseguir, estaba perdida. Me atraparía.
La silueta se acercó y cerré mis ojos, llegaba mi final.
-Violetta - abrí mis ojos, reconocí esa voz
-¿Michael?- levanté la cabeza y me encontré con su mirada.
-Vamos - ofreció su mano - salgamos de aquí.
Le di mi mano sin pensar y jalo de mi para sacarme de allí. No le costó mucho, porque no peso nada.
-¿Cómo sabías donde estaba?
-Es una larga historia - me contestó- no tenemos mucho tiempo.
Se dio la vuelta y me agarró del brazo para salir de allí. Salimos por el pasillo hacia la puerta. Yo no sabía lo que había detrás de ella y eso me puso bastante tensa. No tenía ni idea del plan que tenía Michael para salir de allí. Yo no sabía ni dónde estaba, cuando a mi me trajeron me había golpeado bastante fuerte y me había desmayado, no me podría ubicar en ese sitio.
-Michael, ¿cómo piensas salir de aquí? - dije asustada
-Por la puerta - me respondió si más
-¿Es joda? - le miré mal
-Tranquila - me saco una sonrisa - está todo bajo control.
Michael miro su reloj, eran exactamente las 1:53.
-Tu espera - hablo
No entendía nada, nunca sabía lo que pasaba por la cabeza de Michael, era como una caja llena de sorpresas. La verdad es que no se si eso es bueno o es malo, pero me ponía bastante nerviosa no saber nunca que es lo que iba a pasar y como carajos le salía todo bien.
-Ya - me desvío de mis pensamientos y de repente explotó una sala.
Instintivamente me puse detrás de Michael y él me protegió. ¿Cómo narices sabía que iba a explotar es sala?
-Vamos - me agarró del brazo y echamos a correr al lado contrario de la sala incendiada.
Nos topamos con unas escaleras y comenzamos a bajar. No era muy buena corriendo y me estaba empezando a cansar. Estaba muy asustada y abrumada por la situación que estábamos viviendo. Era incapaz de pensar, no sabía dónde estaba y lo único que podía hacer es fiarme de aquel hombre que supuestamente sabe lo que hace. Empecé a notar que mis piernas me fallaban, notaba el cosquilleo ese que te da cuando te vas quedando sin fuerza y comencé a respirar más continuadamente. Me estaba quedando sin aire y el corazón se me iba a salir del pecho.
-Michael - casi jadee - no puedo más.
-Vamos Violetta- me dio la mano para intentar ayudarme.
Conseguimos bajar todas aquellas escaleras y llegamos a una sala de máquinas.
Michael paró y comenzó a tocar una de ellas.
-¿Qué estás haciendo?- le miré con los ojos como platos- tenemos que salir de aquí, ¿te volviste loco?
-Confia en mi - siempre escuchaba lo mismo
-Si no se lo que pasa por tu cabeza, ¿como lo hago?- dije
-No lo sabes - le miré fijamente- vigila que no venga nadie
-¿Y si vienen? - pregunte
-Grita- ordenó
Me di la vuelta para mirar por la puerta que estaban justo al lado de las máquinas y no me dio tiempo ni a llegar. Un hombre me agarró por detrás y me apunto con la pistola.
-Basta - dijo el hombre
Vi la cara de Michael y trague saliva.
-Esta bien - levantó Michael las manos - pero sueltala.
-¿Y eso por qué? - respondió riéndose.
-Te arrepentirás si no haces lo que digo - amenazó Michael
-¿A sí?- se rio.
No por mucho tiempo, porque en ese momento explotó una de las máquinas que estaba cerca de nosotros y el hombre me soltó. El suelo se rompió y empezó deshacerse.
-Violetta corre - gritó Michael
Levanté la mirada asustada y cuando me puse en pie, el suelo de desmoronó bajo de mi.
