Bicicleta

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  Narra Violetta

¡QUÉ! ¿Lara alumna del estudio? El día no podría a un peor... y por favor no es un reto, no te esto y retando maldito destino a que sea aún peor.

-Felicitaciones- salió de mi boca.

Con la misma, me deshice del brazo de León y entré hacia el estudio echando chispas. Ni si quiera me fijé en que dejé a todos los chicos hablando afuera a la mitad de la conversación. Estaba tan cabreada. ¿Por qué tenía que seguir molestando?

Me encerré en el cuarto de grabación y me puse a tocar el piano un rato.

''Es seguro que me oíste hablar

De lo que se puede hacer

De la magia que tiene cantar

Y de ser quien quiere ser

Sé que existen duendes y hadas

Y que intentar es mejor que nada

No te detengas no guardes nada

Vuela más alto y verás

Voy donde sopla el viento

Hoy digo lo que siento

Soy mi mejor momento

Y donde quiera yo... voy''

De repente escuché unos aplausos desde la puerta y alcé la vista. Estaba tan enfadada que no me había dado cuenta de que León había entrado. No puede evitar sonreír las palmadas que me dio y observé una vez más aquellas dos gemas verdes relucientes que tenía como ojos. Su expresión era tranquila, al contrario que la mía.

-Brillante como siempre- se refería a la canción.

-Gracias León- dije, pero esta vez agachando la cabeza

- Todo va a ir bien Vilu.

-¿Cómo estás tan seguro?- seguía con mi cabeza agachada.

León con su mano elevó mi cabeza para mirarle.

-Porque te amo.

No pude evitar sonreír ante aquello. Cuántas veces había anhelado que León me dijera te amo y justo en este momento lo tenía en frente mío diciéndomelo.

-Yo también- le correspondí.

-Tú también ¿qué?- dijo travieso. Otra vez lo mismo, sonreí mordiéndome el labio.

-Ya sabes- contesté.

-No- negó- yo solo sé que no sé nada.

-Eres terrible Sócrates- le recriminé.

León soltó  una carcajada y yo me uní a sus risas.

-Prométeme que nada ni nadie nos va a separar- me dijo

-Te lo re prometo-hablé- nada ni nadie nos va a separar.

Abracé a León y luego se marchó ya que tenía clase de baile con Gregorio. Yo ahora tenía cantó y justo Fran y Cami me estaban esperando en la puerta del Zoom. Agarré mis cosas de la sala de grabación fui al Zoom.

-Bueno- habló Angie- ¿alguien se anima a pasar al frente y cantarnos alguna composición propia?

-YO- casi gritó Ludmila

-Claro Ludmila- dijo Angie hacia su entusiasmo.

-A ver- habló Ludmila con voz grave- paso esta brillante Super Nova- sonrió con los ojos muy achinados.

-A la estrellada querrá decir- dijo Fran

-Super Nava- susurró Camila

''Quién pone límite a deseo

Cuando si quiere triunfar

No importa nada lo que quiero

Es cantar y bailar

La diferencia está aquí adentro

En mi circuito mental

Soy una estrella destinada a brillar

Oh, oh, oh, somos el éxito

Oh, oh, oh, somos magnéticos

Oh, oh, oh, somos lo máximo

Como sea, donde sea

Voy a llegar''

-Muy original- evaluó Angie.

-¿Nada más?- dijo Ludmila

-Mmm...- Angie puso los ojos abiertos- me gusta el mensaje de puedes conseguir lo que quieras, pero... ¿a cualquier precio?- dijo Angie

-Obvio- sonrió Ludmila.

-Bueno gracias Ludmila- dijo echándola del escenario- ¿alguien más?

Todos se quedaron callados y entonces Angie me señaló a mí para salir.

-No Angie- insistí

-Si venga Violetta- dijo Lara- animate- la miré extrañada.

-Bueno...- me dirigí al escenario y puse la pista 3

''Dime lo que quieres

Y no me hagas llorar

No juegues conmigo

Me hagas a ilusionar

O, oh, o, oh

Sabes que yo cambio

Cuando tu estas aquí

Me siento distinta

Porque me haces feliz

Como quieres que te quiera

Si te quiero y tu

No quieres que te quiera

Como yo quiero quererte''

-Muy bien Violetta- me felicitó Angie.

-Gracias- dije.

La verdad es que hoy había sido un día bastante normal en el estudio. Menos mal que no ha sido problemático.

-Buh- me asusté

-León- me asustaste. Ya yo iba camino hacia mi casa- pensé que salías más tarde.

-Al final no se quedó la banda a ensayar- me explicó- así que tengo la tarde libre- insinuó- ¿te late si vamos por unas bicis?

-Le...León, yo...- dije entrecortadamente- es que no sé montar.

-En serio- me sonrió- bueno pues hoy vas a aprender.

-No León, ya soy grande.

-Tonterías- me agarró del brazo y le obedecí.

Leonetta, es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora