Narra León
-¿León? - dios mio, era Michael, les juro que me cagué encima.
-Michael- cogí aire - pensé que era el tipo que me viene siguiendo desde hace bastante rato.
-¿Quién? - preguntó
- No sé quién es - volví a coger aire - salí de casa de Violetta para irme a mi casa y me di cuenta que mientras caminaba me seguía alguien con un coche rojo. Jamás en mi vida lo había visto. - paré - intenté llamarte pero me dio el contestador diciendo que el número al que marcaba no existía.
- Lo tiré para que no se comunicaran más conmigo, no quería ponerlo más en peligro pero veo que hice mal - bajó la cabeza - dejándolos solos los dejé aun más en peligro.
-Y bueno... si - no quería hacerle sentir mal pero así era - lo siento pero estamos metidos en esto.
Entonces se escuchó un disparo y Michael me tiró al suelo junto con él.
-Hay que irse de aquí ya León
Afirmé con la cabeza como un loco y Michael y yo comenzamos a huir. Empezaba nuevamente, "La pesadilla de León", esta vez, la parte dos, como si una no hubiese sido suficiente. Iba corriendo justo detrás de Michael imitando cada paso que daba, un paso en falso me costaría la vida.
-Vamos León - habló Michael.
Miré hacia un lado y vi justo al hombre aquel apretando el gatillo de la pistola. Enseguida me abalancé sobre Michael y caímos al suelo. La bala, esta vez, me rozó el hombro. Dios este hombre iba a acabar conmigo.
-¿Vamos León? - dije indignado - casi mueres.
-Vamos - me jaló del brazo y comenzamos nuevamente a correr.
-Oye - hablé - ¿dónde están Linc y el resto?
-Vamos hacia ellos, están en una camioneta al final del bosque. Nos íbamos yendo pero escuchamos algo, a ti, y vimos a vigilar.
-Me alegra que vinieras - dije.
Traspasamos todo el bosque y por fin vimos la furgoneta. Automáticamente la puerta se abrió y saltamos hacia adentro. Las puertas se cerraron inmediatamente después de nosotros y la furgoneta arrancó.
- ¿Estáis bien? - dijo Linc, Fernando estaba conduciendo.
-He estado mejor - dije. La oreja me seguía sangrando y ahora el hombre se unió a su causa.
-Te vamos a curar, acércate - dijo Michael.
Me ardía mientras estaban curandome. Estaba sufriendo bastante, mientras corría no lo sentía porque estaba con la adrenalina pero ahora que me relajé me duele bastante. Había sido una noche horrible y solo necesitaba descansar un poco. Desde que salí de casa de Violetta...
-Violetta - dije - tengo que llamarla - saqué mi celular
-No sé si es buena idea León - Michael me miró serio
-Sabe que pasa algo Michael y más cuando le colgué el teléfono- paré- y seguro que va a mirar las noticias y verá el estudio.
Michael y Linc se miraron. Sus caras es algo que nunca logro descifrar, parece que con sólo mirarse se entendían y sabían todo lo que querían decir.
-Esta bien - habló Linc - llámala.
-Gracias - saqué el móvil desesperado y marqué el número
Casi ni comunicó, enseguida me atendió
-¡León! - dijo desesperada - ¿dónde estas?
-Estoy bien tranquila - le contesté para calmarla
-¿Qué paso? - me preguntó.
-Cuando salí de tu casa un tipo comenzó a seguirme, no sabía quién era y me pasé toda la noche huyendo - hice una pausa- hasta que por suerte Michael me encontró.
-¿Estás con Michael?
-Sí - dije y suspiró aliviada.
-Déjame hablar - habló Michael
Enseguida puse el manos libres y comenzó.
-Violetta - habló- el hombre que estaba siguiendo a León es muy peligroso, forma parte del equipo de Tomás. Tienes que tener mucho cuidado, no sabes lo que es capaz de hacer ese hombre, ni siquiera yo.
-Esta bien - respondió Violetta - dime que tengo que hacer
Cuando Michael le terminó de explicar el plan a Violetta me volvió a pasar el celular y quité el manos libres.
-Te amo Violetta - le dije antes de colgar.
-Yo también te amo León - me correspondió - más que nada, más que a nadie.
Sentí como le temblaba la voz a Violetta.
-Tranquila todo va a salir bien - le dije
-¿Promesa de oso?
-Promesa de oso - dije.
**
Narra Violetta
Volví a casa y después de acompañar a Ludmila a la suya. Estaba apunto de entrar cuando de repente sentí que alguien me agarró por detrás.
Me giré y le propiné una piña en la cara. Me di cuenta que era el mismo hombre que me había descrito León y vi el coche rojo atrás de él.
Entonces abrí la puerta de mi casa e intenté cerrar lo más rápido posible, pero el hombre empezó a forcejear para que no la cerrara. Ya no pude sostener más la puerta y me empujó hacia atrás, tirándome al suelo, el último esfuerzo que había hecho. Antes de que pudiera levantarme me dio un golpe en la cabeza, dejándome media inconsciente.
No podía concentrarme en huir por el dolor y empecé a marearme.
Lo último que recuerdo es que me pusieron una bolsa en la cabeza.¿Qué creen que pase ahora? Violetta está en apuros.
Siempre gracias por leer y por los comentarios buenos que dejan. Besos.
