Hola, quería contarles que estoy muy contenta que les esté gustando esta historia. También decirles que perdón por si tardo mucho es seguirla. Tengo examenes y todo eso royo. Muchas gracias por leerla y por perdirme que la sigue, asi que por eso, hoy hago maratón 3 capítulos !! Disfrutenla !!
Narra León.
Ya casi habíamos llegado a casa de Violetta. Ni ella, ni yo habíamos dicho una palabra en todo el camino. Después de lo de Lara ella había estaba… ¿Triste? ¿Decepcionada? No sé. La verdad es que yo pensé que entre nosotros estaba surgiendo algo y yo notaba que ella también lo sentía, pero ese ‘’Solo somos amigos’’ me dio a entender que ella no sentía nada por mí o no lo quería admitir. Me dije a mi mismo que eso lo tendría que averiguar, porque yo la… quiero. No sé desde cuando, no sé por qué, no sé nada. Solo sé que lo único que quiero es verla feliz, quiero que sólo sea mía y de nadie más. Yo necesito… la necesito en mi vida de otra manera, aunque sí ella solo quiere que seamos amigos, lo aceptaré, porque no quiero perderla bajo ningún concepto.
Dejé de mirar al frente con la mirada perdida y enfoque mis ojos en ella. Era tan hermosa, tan cálida, tan todo. En ese momento ella giró su cabeza y me encontré con sus ojos. Paso sus ojos por mis labios y ella entreabrió los suyos que finalmente se convirtió en una hermosa sonrisa. Cuando dejo de mirarme ella se mordió el labio inferior y yo sonreí para mis adentros.
Narra Violetta
Pasé todo el camino hacia a casa reprochándome e insultándome a mí misma. ¿Cómo había sido capaz de decirle a León que solo éramos amigos? ¿Me había vuelto loca? Bueno, en realidad es eso lo que somos, pero yo no quiero que solo seamos amigos. ¿Por qué no tuve el valor suficiente para decirle que haberle visto besándose con Lara mí había destruido por completo? ¿Por qué no le dije todo lo que le quiero? ¿Por qué tendría que habérmelo callado? Soy tan estúpida.
Giré mi cabeza hacía León y vi que sus ojos verdes penetrantes me miraban con intensidad. Me sentí atrapada por su mirada y él me sonrió. Sonreí al ver como se le formaba los hoyuelos, era tan perfecto. Me deshice de su mirada pero antes pase la vista por sus labios. Miré al frente, recordando el beso de mi sueño y me mordí el labio inferior. Noté que León soltó una risita y de nuevo le miré. Levanté una ceja y él me miró y sonrió. Le correspondí sin pensarlo y cuando me di cuenta ya habíamos llegado a mi casa.
-Ya llegamos- dije sintiéndome estúpida… era obvio que León ya lo sabía.
-Sí-miraba al frente-Me gusta tu casa- sonrío.
-Gracias-miré mi reloj y aún era muy temprano-¿quieres pasar?
-Bueno, si no es molestia.
-Vos nunca me molestas León- dije sonriéndole
Él me miró e instintivamente le agarré del brazo y le conduje hasta la puerta. Le miré y se le había formado una gran sonrisa y no aguanté más y lo abracé.
Narra León
Violetta de repente me abrazó y yo le correspondí. Ella puso su cabeza en mi pecho y la apreté más contra mí. No quería que ese momento terminara jamás. Me sentía tan en el cielo. Le aparté el pelo de su cara con un movimiento dulce y ella miró hacia arriba, haciendo que me encontrará con sus ojos marrones, esos que me mataban.
Escuché que alguien abría la puerta y Violetta deshizo el abrazo. Entró un hombre alto, vestido de traje y corbata, con un maletín.
-Hola- dijo el hombre mirándonos a los dos.
-Hola Ramallo- me miró y al fin habló- emm, este es León, un amigo del estudio.
-Un placer- nos dimos la mano- ¿Es tú papá supongo?
-No, soy el secretario de su padre- dijo sonriente
De repente entró otro hombre, más o menos de la misma estatura y vestido igual que Ramallo.
-Hola cielo- le dio un beso a Violetta en la frente y de repente su mirada paró en mí.
-Hola papá- se puso a mi lado- este es León un amigo del estudio- sonrió nerviosa. Que hermosa era cuando estaba nerviosa.
-Hola señor- dije dándole la mano.
-Hola León-dijo amablemente- Yo soy Germán el padre de Vilu.
-Un placer- sonreí.
-Bueno, Ramallo y yo tenemos que resolver algunos asuntos- se dirigió a Violetta- León se puede quedar a cenar, si quiere claro- dijo mirándome.
-¿Quieres?- dijo Violetta mirándome esperanzada con los ojos brillosos. Qué alguien me diga ya, por qué no la beso ahí, ahora mismo
-Claro- respondí cogiendo aire algo nervioso por la mirada de Violetta- tengo que llamar a mis padres.
-Sin problemas- dijo Germán y se fue junto a Ramallo.
Yo salí fuera un momento para llamar a mis padres y Violetta me esperó en la cocina mientras preparaba unos jugos.
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