Más que dos

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-Violetta - me dijo Ludmila - quiero que me expliques ahora mismo quién es ese hombre - hizo una pausa - quiero saber todo.

-Para Ludmila - ya hacía un rato que Ludmila estaba insistiendo con el tema de que le contara todo- no puedo contarte, mientras menos sepas mejor.

-Como me vuelvas a decir esa frase te juro que te saco los esmaltes uno a uno - alta amenaza la de Ludmila, ella tan peculiar como siempre.

-En serio - esta vez me puse seria y la miré - no lo quieres saber, ¿esta bien? - estaba tan enfadada con Michael que me descargué con Ludmila, y no fue mi intención. Tampoco quería involucrarla en esto, no se merecía estar en este juego, tuvo mala suerte al estar en u sitio equivocado en mal momento - Perdón Ludmila no quise hablarte así.

Ludmila me miró y se levantó del sillón. Se sacudió su camisa y se acomodó el pelo hacia atrás.

-Bueno - dijo - pues me voy.

Se dirigió a la puerta y en seguida fui tras ellas. León también seguía aca conmigo y se levantó también, pero se quedó parado junto al piano que teníamos en el salón. Cuando Ludmila llegó a la puerta se dio la vuelta y quedó justo en frente de mi.

-Ludmila - dije - me tenes que prometer que no vas a decir nada sobre esto.

-¿Por qué tendría que prometerte algo como eso? - me respondió.

-Por favor te lo pido Ludmila - le supliqué.

No me dijo más nada y cuando se iba a ir le agarré el brazo.

-¿Te podes quedar esta noche? - sinceramente no sé por qué dije eso.

-Claro - aunque me sorprendió aún más la respuesta - pero tendría que ir a por unas cosas.

-Si - contesté- esta bien, andá.

Ludmila se fue y cerré la puerta tras ella y me giré para mirar a León. Estaba extrañado ante la propuesta que yo le había hecho a Ludmila y es totalmente normal, pero siendo sincera no sé, pero sentí que tenía ganas de hablar con ella. Como que necesitaba desahogarme con alguien y ya sé que tengo a León, pero necesitaba como una charla de chicas. Solo de chicas. Me acerqué a León y no hizo falta decir nada, supo exactamente lo que yo necesitaba en aquel momento. Me abrazó y me dio un beso en la coronilla. Se separó de mi y acarició mi mejilla con su mano. Entonces se fue.

**

Estaba en mi cuarto sola. Me encontraba acostada en mi cama con los brazos cruzados en mi pecho y mirando para arriba. Me sentía bastante defraudada, con todo lo que había hecho por Michael, me había dejado afuera del plan. ¿Cómo había podido? En el momento que entró a mi casa podría haberlo entregado a la policía y no lo hice. Muchas veces más podría haber llamado a la policía y en ningún momento se me pasó por la cabeza hacerlo.

Me levanté así de repente y agarré el piano y lo puse delante de mi. Estaba tan angustiada que necesitaba despejar mi cabeza. Mis dedos comenzaron casi a volar sobre las teclas del piano. Estaba re angustiada, pero también muy inspirada. No sé cómo expresarlo, es raro pero cuando una persona le pasa algo como que esta más inspirada para escribir, componer, bailar... cualquier cosa a la que dediquemos mucho tiempo de nuestra vida, porque realmente nos hace feliz.

"Descubrí
que soy tan parecida a tí
y que el sonido de tu voz
me anima, me emociona"

En ese momento llamaron a la puerta y supuse que era Ludmila. Baje la escalera lo más rápido que pude para no hacerla esperar mucho tiempo fuera. Siendo sincera estaba un poco asustada de alguien mas entrase en mi casa. Crucé el salón y llegué por fin a la puerta.

-Hola - dije al abrir.

-Chica, cómo tardaste en abrir la puerta - me mordí el labio y al mismo tiempo negué con la cabeza. No cambia más.

-¿Te trajiste el closet entero? - pregunté sorprendida al ver su valija.

-¿Esto? -se rio - esto es poco  comparado con lo que yo necesito para sobrevivir una noche.

No pude decir más nada y por fin la dejé pasar. Ella subió arriba para dejar sus cosas y yo fui a la cocina para preparar algo para poder cenar. Estaba hambrienta. Ya eran las 11:43, esta tarde noche se me había hecho demasiado larga.
Encontré las sobras del pastel de carne que Olga me había dejado y preparé una bandeja con dos platos y dos jugos de naranja. Entonces subí hacía mi cuarto y cuando estaba en las escaleras escuché el piano con la melodía que estaba componiendo hace un momento.

Entré en mi cuarto y vi a Ludmila sentada al piano. Dejé la bandeja y comencé escucharla.

"Descubrí
que se hace mucho más que a dos
y que si tú estas junto a mí
el miedo me abandona"

Esta estrofa que había cantado la acababa de componer ella y me encantó. Entonces me senté a su lado y comenzamos a cantar.

"Después de todo estamos juntas
viendo salir el sol
Abro mi corazón a ti
la luz se hace más fuerte en mi
cuando tú estas puedo dar más,
que suba el telón y que comience sonar
tu voz y mi voz,
en una misma canción"

Al acabar la canción nos miramos y sonreímos a la vez. Me pareció preciosa la parte que había compuesto ella.

-Me parece que tenemos que hablar, ¿no? - me dijo.

Me encanta la amistad de Ludmila y Violetta, a ustedes ¿no?.
Gracias por Leer.

Leonetta, es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora