El jefe de la compañía

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Narra Violetta

-Está bien- dijo Michael.

León y yo nos sentamos en frente de ellos y Michael comenzó a hablar.

-Me llamo Michael y él es mi hermano Linc. Hace dos meses tendieron una trampa a mi hermano, por la cual le acusaron de pena de muerte por un delito que no había cometido. Mi hermano estaba justo en un sitio y en mal momento. Con la cámara de video de aquel lugar, agarraron el vídeo y lo manipularon, haciendo creer que fue Linc el que cometió el asesinato- hizo una pausa- pero el hombre ya estaba muerto cuando llegó Linc.

-¿Quién era ese hombre?- interrumpí.

-El hermano de la presidenta de los Estados Unidos de América- contestó Fernando.

Miré a León aterrorizada y pasó su mano por mi hombro. Tragué saliva y respiré de manera forzosa.

-Pero está vivo- alcé la mirada y me encontré con la mirada intensa y azul de Michael.

-¿Cómo que está vivo?- pregunté

-El cadáver que encontraron no era el del hermano de la presidenta- continuó- hicieron que se pareciera a él, hicieron que tuviese su mismo ADN, su misma huella, misma dentadura, mismo todo- paró- vi a ese hombre vivo- me quedé asombrada- por eso hice que me metieran en la cárcel, para poder sacar a mi hermano desde dentro. Había planeado durante semanas cómo sacarle de la cárcel, tenía todos los planos, estructuras y cada puerta y ventana del edificio- se quedó en silencio.

-¿Y por qué acabo el loco aquel fuera de la cárcel?- dijo León refiriéndose a Bagwell

-Porque descubrió el plan- dijo Fernando- y si no lo sacábamos, nos delataría.

-Entiendo- respondió León

-Pero al menos le han cogido- habló Michael- gracias a vos- se dirigió a mí.

-¿Quién le tendió la trampa a tu hermano?- pregunté.

-Es una compañía que trabaja para la presidenta- habló el propio hermano de Michael, Linc- el hermano iba a ser el presidente, pero lo manipularon y le dieron por muerto, así la presidencia iba para a ella. Es una gran empresa, trabajan con cuidado y con cautela.

-¿Cómo es que conocen tanto esa compañía?- León

-Porque yo trabajé en ella- contestó Fernando- me manipularon y amenazaron con matar a mi mujer y a mi hija- hizo una pausa y miro al suelo- y lo hicieron- tragó saliva- y me culparon a mí y por ello me metieron en prisión.

-Lo siento- fue lo único que pude decir.

-Está bien- me respondió.

-¿Qué fue lo que hiciste para que te metieran en la cárcel?- León se dirigió a Michael.

-"Robé un banco"- gesticuló las comillas- solo entré con una pistola sin balas.

-Qué original- dije para quitarle hierro al asunto.

Me miró serio y luego sonrió.

-¿Por qué les encerraron en la cárcel de Buenos Aires?- pregunté curiosa.

-Porque aquí es donde trabaja la compañía- dijo Michael- todos sus hombres están aquí.- Cuando yo cometí el "delito" pedí que me trajeran de Estados Unidos.

-Entiendo- dije.

-¿Qué se supone que vais a hacer ahora?- preguntó León

Los tres se quedaron callados. Era obvio que no tenían ningún plan, ni ningún sitio para quedarse. No podía creer la historia que me habían contado, parecía de película.

-¿Cómo sé que no me están mintiendo?- pregunté

-No lo sabes – respondió Michael

-¿Sabes cuánto años me pueden caer por obstrucción a la justicia?- le dije

-Mmm...-pensó

-Ni lo quiero saber- le interrumpí – conozco un lugar donde pueden quedarse – dije – pero tengo que mirar si sigue abandonado como siempre.

-Te lo agradecería – dijo Michael.

-¿Te refieres a...? – León sabía de qué lugar le estaba hablando. Era la casa a la que me había llevando por mi cumpleaños, nuestra primera noche juntos.

-Sí – le respondí.

-Puede ser una buena idea- habló León.

Entonces a Linc se le cayó una foto al suelo. No pude evitar mirar que aquella cara me resultaba familiar. Agarré la foto y alcé la vista con el ceño fruncido.

-Tomás- dije extrañada.

-¿Lo conoces?- preguntó Michael con los ojos abiertos de par en par.

-Sí- afirmé - ¿qué pasa con él?

-Él es el jefe de la compañía- contestó

Espero que les este gustando la historia, los capítulos que se vienen son increibles.
Como siempre gracias por leer y animarme a que siga escribiendo.

Leonetta, es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora