Capítulo 8

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Esa noche subí a cenar con los chicos tras la insistencia de Namjoon. Ya se había corrido la voz y todos me llamaban noona, me resultaba de lo más entrañable. Ese día por fin conocí a Hae Young y Min Ha, las novias de Suga y Jin respectivamente. Eran unas niñas encantadoras que pronto comenzaron a llamarme unni y la verdad que me hacía muchísima ilusión, nunca nadie me había llamado así.

- Esta pizza está muy buena, pero recordarme cuando lleguemos a España para el concierto que os lleve a comer al mejor restaurante de pizzas de Madrid – les dije mientras mordía un pedazo. Estábamos todos reunidos alrededor de la enorme mesa de la cocina y el ambiente era genial, eran como una gran familia. Echaba de menos aquello, lo más parecido a una cálida familia que yo había tenido era Nanna y Yoon. Mis padres me amaban mucho, pero su trabajo siempre fue primero.

- Tomamos nota – dijo Jhope. Era el más gracioso de todos. Había leído algunas cosas sobre él en internet y de cómo algunas idiotas había dicho que no era lo suficientemente guapo para estar en el grupo. Era un chico con mucho talento y una belleza excepcional... en serio tenía que empezar a dejar de leer en internet a sus haters porque al final iba a contratar un sicario para matarlas. En estos pocos días los había aprendido a querer más de lo que jamás hubiera imaginado.

- ¿Vamos a jugar un poco a la consola? – le pregunto JK a Jimin.

- Me apunto – dije sin pensármelo. Soy muy buena... y pronto lo descubrieron.

- No es justo ¿Cómo has podido ganar las últimas cinco veces seguidas? – preguntó JK indignado. Yo le sonreí en respuesta.

- Se me dan genial los juegos de lucha – expliqué lanzándole una mirada arrebatadora a Jimin que cogió el mando y se dispuso a retarme.

- Vas a caer – dijo poniéndose manos a la obra y de nuevo... gané.

- Mañana quiero la revancha – anunció Jimin en voz alta.

- Mañana es mi día libre – dije feliz – quedan dos días para coger el vuelo a Los Angeles, es mi primera vez en Seúl y me voy a hacer algo de turismo – expliqué sentándome en el sofá al lado de Namjoon.

- ¿Qué tienes pensado visitar? – preguntó Jin curioso.

- ¿Qué me recomendáis? – pregunté mientras bebía el ultimo sorbo de mi segunda cerveza.

- El palacio de changdeokgung y el tempo bongeunsa – comentó Jhope mientras terminaba una partida contra Suga.

- Los museos – dijo Tae. Era el más callado y aunque teníamos buen feeling, se veía que no dejaba entrar en su vida a cualquiera, tenía claro que era el miembro que más me costaría ganarme – cuando estemos en Madrid quiero visitar el museo del Prado... - dijo más para el mismo que a mí. Apunté en mi lista aquello, le llevaría a verlo.

- Hay muchas cosas que tenéis que ver de Madrid, tenéis dos días enteros allí y unos días de vacaciones también, tengo previsto planificarlo lo mejor posible – Les iba a encantar mi ciudad – por cierto, he planificado vuestros diez días de descanso en México – les conté la idea del resort exclusivo y su privacidad. Obviamente les encantó.

- ¿Nada de cámaras? ¿Separado el staff de nosotros? – preguntó Suga muy contento agarrando la mano de su novia.

- Solo se separara a la parte del Staff que no sepa de vosotros- aclaré viendo la preocupación en los ojos de Jin y Suga - a los que no sean de tanta confianza. El resort tiene una parte igual de lujosa para ellos, pero no interaccionaran con vosotros, ese resort se construyó así porque los famosos llevan mucho sequito. Solo estarán a tres kilómetros en otro apartado. En resumidas cuentas podréis hacer lo que queráis y estar con quien queráis sin preocuparos de nada.

- Todos se miraron entre ellos sorprendidos – que rabia me daba que aquello fuera un regalo cuando la libertad de hacer lo que quieran debería de ser un derecho.

- Muchas gracias noona – dijo Namjoon.

- No tenéis porque dármelas, es mi trabajo – les dije un poco avergonzada, pero todos sabíamos que había sobrepasado con mucho lo que se suponía que era mi trabajo. Y eso que ellos no sabían que si mi padre no nos hubiera dejado el resort por ese precio, la mitad de lo que realmente costaba, no habríamos podido contratarlo. Pese a toda la pasta que esos chicos estaban ganando, su agencia no era demasiado generosa en presupuestos.

- Unni, vas a pasar once meses sin ver a tu prometido, imagino que mañana será una gran noche – dijo inocentemente Hae Young. Vi por el rabillo del ojo como Jimin se tensaba y yo me puse incomoda.

- Bueno, no sé si mañana estará disponible, los funcionarios trabajan muchas horas– dije para salir del paso.

- Hace más el que quiere que el que puede – soltó Jimin chasqueando la lengua y dejándonos a todos en blanco. Namjoon le miró en plan "pero qué coño..." en la mirada de JK se veía "te pasaste bro" y en la de Jin y Tae se veía algo que me preocupó "ella te gusta"

- Bueno, pues creo que va siendo hora de que me marche – dije saltando como un resorte del sofá.

Esa noche soñé con pájaros y nunca era buena señal cuando soñaba con esas criaturas del infierno. Si, por si no os habíais dado cuenta, no me gustan las aves. La última vez que soñé con ellas mis padres se divorciaron, aunque he de decir que aquello era la crónica de una muerte anunciada. 

Encontré una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora