A la mañana siguiente tenia resaca y eso que no había bebido mucho, o como dijeron los chicos, menos mal que no habíamos mezclado con soju...
Alguien llamó a mi puerta a las siete de la mañana, salí de la cama medio zombie. Jimin.
Le abrí y me fui directamente hacia la cocina a por café.
- ¿Estás sola? – preguntó mirando hacia todas partes.
- Si ¿Qué te trae por aquí a estas horas? – pregunté sin darme cuenta de que llevaba el pelo revuelto y un pijama de Harry Potter de lo más friki.
- Bebiste – no era una pregunta, se veía la bolsa llena de latas de cerveza en la puerta. Allí no reciclar se multaba...
- Si ¿y bien? – estaba perdiendo la paciencia.
- No me cuadran las cosas – dijo siendo amo y señor del lugar y dejándose caer en el sofá. Le hice un gesto con la mano para que continuara mientras me bebía mi café - ¿Cómo una asistente de eventos puede viajar en primera clase? – tosí y casi me atraganto.
- Tuve mucha suerte, había overbooking en Madrid y me aseguraron pase en primera en ambos vuelos – mentí, sabía que eso a veces podría pasar... Jimin me miró suspicaz con esos ojos que hacían que mi corazón se acelerara. No me jodas... o si... saque mi mente rápido de esos pensamientos.
- Supongo que no te bebiste tu sola todas esas cervezas – dijo volviendo a mirar hacia la entrada.
- No – confirmé - ¿Qué quieres Jimin?
- Sabes... me encanta como dices mi nombre, Hanna – se me pusieron los pelos de punta. Habíamos tenido más que intimidad aquella noche en Qatar, pero no nos dijimos el nombre y pese a que parecía una tontería, vaya con el poder de los nombres...
- Sabes que es una locura que estés aquí tu solo ¿no? – parecía que el nuevo en esa industria era él – alguien puede malinterpretar las cosas.
- Me da lo mismo – que hombre más cabezón.
- A mí no, porque mi trabajo depende de que cumpla todas y cada una de las cláusulas que he firmado y por desgracia una de ellas, me la salté por adelantado – él sabía a lo que me refería - ¿Sabes que hay que pagar una multa en caso de no cumplir con el contrato? ¿Sabes que la multa puede ser millonaria si encima hay un escándalo?
- Esta industria es como una cárcel – reconoció agachando la mirada.
- Sabes tan bien como yo que lo mejor es olvidarnos de lo que pasó en Qatar, al fin y al cabo, iba a ser eso, una aventura de una noche, si no fuera por esta casualidad, no nos hubiéramos vuelto a encontrar – expliqué.
- ¿Sabe tu novio de tu afición por las aventuras de una noche? – estaba tocándome la fibra. Yo no le había sido infiel nunca a ninguna de mis parejas, ni siquiera cuando me lo estaban haciendo a mí, pero a ojos de Jimin eso es lo que era. Una infiel.
- No estamos hablando de Yoon, estamos hablando de que lo mejor para ti y para mi es que nadie se entere de lo que paso y eso comienza con que sigas manteniendo los honoríficos cuando estamos solos porque algún día se te va a olvidar usarlos en público y eso puede ser un quebradero de cabeza – le pedí frotándome la sien con la mano.
- No pienso hacer eso. Los chicos quieren verte, necesitan cuadrar algunas cosas para el concierto de Nueva York – dicho aquello se levantó y se fue.
¿Qué demonios iba a hacer con esto? Lo peor de todo es que me resultaba imposible mirarle y que no se me acelerara el corazón, era consciente de que aquello fue una aventura de una noche, pero algo encajo a la perfección entre los dos. No quería enamorarme y lo mejor para evitarlo era intentar por todos los medios mantenerme apartada de él, pero Jimin no lo iba a poner fácil.
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Encontré una Estrella
أدب الهواةImaginad que os quedáis atrapadas en una escala en Qatar y conocéis a un chico, el anonimato, el retraso del vuelo y unas copas, hacen que paséis una noche de pasión como nunca antes la habíais tenido. Cuando llegáis a Corea para una entrevista de t...