Conseguimos que nos dieran los resultados de los análisis y todo fue de maravilla, volvimos al resort, pero de nuevo me sentí observada, tenía un sexto sentido y cada vez me estaba poniendo más nerviosa.
- ¿Le has enseñado a Jin las fotos de ayer? – le pregunté a Min Ha mientras ibamos en el coche.
- Me dio vergüenza la verdad – pues se las iba a enseñar yo luego en la boda, que se diera prisa en poner un anillo en su dedo.
- No me puedo creer que vaya a casarme esta tarde – dijo Hae Young nerviosa desde la parte de atrás.
- ¿Se lo has contado a tus padres? – pregunté
- Bueno... - un silencio incomodo se instauró en el coche – mis padres murieron hace siete años en un accidente – aquello casi hace que frenara de golpe.
- Lo lamento mucho – le dije consternada.
- Eran lo único que tenía, ahora mismo no tengo familia, solo una tía de mi padre en Jeju, pero que no tengo trato – me contó con un nudo en la garganta.
- Pues considérame tu hermana – le dije sin pensarlo ni un segundo.
- Muchas gracias unni – me lanzó una tímida sonrisa.
- Hoy va a ser un día maravilloso – auguré.
Una vez que llegué al complejo me fui corriendo en busca de Elisa, necesitaba que hicieran la tarta de boda con el relleno de color rosa porque lo que estaban esperando Suga y Hae Young era una niña. Llegué a tiempo para que pusieran el colorante en la nata antes de montarlo todo. Cinco minutos más y me hubiera tenido que inventar otra cosa.
Jimin estaba en la playa con el resto y yo me quedé mirándoles mientras disfrutaban de aquello. Se veía que hacía mucho que no disfrutaban y descansaban así. Les había cogido muchísimo cariño a todos, pero sabía que tarde o temprano aquello se terminaría.
- ¿Contemplando lo bonito que es Jimin? – dijo una voz grabe detrás de mí. Era Tae.
- Contemplando lo bonitos que sois todos la verdad, me alegra mucho que estéis disfrutando de todo esto – le dije sinceramente – cuando estéis en España os voy a mimar mucho también – prometí.
- Te tomo la palabra – contestó Tae. Ya les había conseguido a él y a Namjoon un pase privado en el museo Thyssen y eso es mimarlos mucho, muy poca gente podía conseguir algo así.
Me sonó el teléfono y me excusé con Tae apartándome. Aquello llamó la atención de Jimin que se giró a mirarnos y me sonrió. Le hice un gesto con la mano y tomé la llamada. Era mi broker.
- No te vas a creer lo que he podido comprar – me dijo emocionado.
- Pues dímelo – le insté nerviosa.
- He comprado el diez por ciento de MGC Entertaiment, así que ya posees el quince por ciento - geniales noticias.
- ¿Cuánto? – le pregunté.
- Te lo he pasado todo por mail – me dijo.
- Me has alegrado el día Adrian – le reconocí.
- Lo sé - contestó riendose.
- ¿Qué tal te va? – preguntó curioso, sabía que se moría de ganas de saber mas sobre mi trabajo con los BTS.
- Me va muy bien, esto me gusta, lo mismo cambio de trabajo – le dije con una risa.
- Tú no trabajas – me dijo riéndose él también – era cierto, yo invertía...
- Es verdad – acepté divertida – nos vemos a la vuelta.
- Cool
Jimin se acercó y me abrazo por detrás, aquello me encantaba y yo me relajaba entre sus brazos como un peluche.
- ¿No me puedes decir a mí el sexo del bebe? Prometo hacerme de nuevas – me dijo el canalla.
- No, es sorpresa – contesté divertida – van a lanzar polvos holi desde cañones cuando corten la tarta va a ser maravilloso. Si algún día tengo un hijo pienso celebrar a lo grande su gender revel.
- ¿Te gustaría tener hijos? – preguntó él.
- Sí, pero no demasiado pronto, creo que Hae Young es demasiado joven, pero seguro que les va genial – aclaré – a mí me gustaría poder disfrutar de mi juventud antes de tener que dedicarme a un hijo, al fin y al cabo sé que mis padres perdieron toda su juventud por mi causa.
- Opino lo mismo que tú, un hijo es mejor tenerlo cuando tienes la vida más estable y puedes dedicarle más tiempo, pero que a su vez te haya dado tiempo a ti a vivir – dijo mirando hacia la playa. Era tan guapo que a veces hacía daño mirarlo.
- Vamos a darnos un baño – le dije agarrándole de la mano y tirando de él.
Comimos todos juntos pero luego los hombres se fueron juntos a la cabaña de Jin y nosotras nos fuimos a la mía donde ya estaban Elisa, las maquilladoras, las modistas y las masajistas.
Nos hicieron unos masajes corporales maravillosos, un tratamiento facial con barro que fue una delicia, me encantaba dejarme cuidar así.
- Se te ha quedado cicatriz – me dijo Min Ha señalándome el brazo. El corte que me hizo el loco de Nueva York estaba curado pero me había dejado una cicatriz que todavía estaba roja.
- Sí, pero es lo lógico – les dije sin darle importancia.
- Puedes quitártela con cirugía estética – explicó ella.
- ¿Por qué querría quitarla? Es pequeña y no molesta – dije mirándola.
- Es que las cicatrices están muy mal vistas en Corea – me aclaró Hae Young.
- Pues de donde yo vengo las cicatrices, estrías y demás historias son heridas de guerra, me siento muy orgullosa de ellas – les conté enseñándoles algunas de mis estrías en las caderas y el pecho.
- A veces te envidio mucho – reconoció Hae Young – vives en un mundo completamente diferente y libre...
- Pues no dudéis en venir conmigo a ese mundo cuando queráis – les ofrecí de corazón.
Estábamos a una hora de la boda, yo ya estaba maquillada y estaban terminando con ellas. Me vestí rápido y me marché a ultimar detalles, no podía evitar tener que controlarlo todo pese a que confiaba al cien por cien en Elisa.
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Encontré una Estrella
FanfictionImaginad que os quedáis atrapadas en una escala en Qatar y conocéis a un chico, el anonimato, el retraso del vuelo y unas copas, hacen que paséis una noche de pasión como nunca antes la habíais tenido. Cuando llegáis a Corea para una entrevista de t...