Encontré una Estrella

Capítulo 51

Los de seguridad casi me matan cuando les dije que iríamos todos a un centro comercial a comprar ropa. Al final no pudieron venir los chicos a comprar porque los tres mandamases querían desayunar con ellos antes de marcharse a Seúl. Hae Young, Min Ha y yo nos fuimos a comprar todo lo que necesitaríamos para el resort.

- Hanna – me dijo Kwang antes de salir por la puerta del hotel – veo que ya no estas resfriada – me dijo dejándome confundida.

- ¿Resfriada? – pregunté.

- Si, desde ayer ya no llevas mascarilla – la ostia que se me había olvidado ponérmela. Ya daba igual.

- Sí, estoy mejor – respondí sin más.

- Necesito pedirte un favor – me solicitó nervioso – ni yo ni los siete guardias que se quedan aquí tienen bañador o toallas para la playa...

- No te preocupes, me encargo de compraros los bañadores, las toallas corren por cuenta del resort. Mándame una lista con las tallas y con las cosas que necesitáis – le dije. Sabía que no se podían mover de allí y había sido culpa mía no avisarles para que metieran esas cosas en la maleta.

- ¿Te ingresamos algo de dinero? – preguntó.

- No te preocupes, echamos cuentas a la vuelta – dicho aquello me marche con las chicas a un centro comercial y me puse a comprar como loca.

- ¿Has visto este biquini? – pregunté a Min Ha señalado un precioso biquini amarillo y negro que tenía pinta de sentar maravillosamente bien, con un cruce en el pecho y con unas buenas cazuelas para sostener pechos generosos como los míos – Mío.

- No me queda bien ninguno – me dijo Min Ha haciendo un puchero. La mayoría le quedaban amplios del culo y del pecho. No estaban hechos para su tipo de cuerpo.

- Yo he encontrado este bañador – dijo Hae Young tan contenta con su bañador azul de la sección de niñas.

- Creo que tendré que mirar algo en esa sección – se rindió Min Ha.

De camino hacia el coche que había cogido prestado de los cuatro que teníamos alquilados, juraría que vi por el rabillo del ojo el flash de una cámara.