Tardamos dos horas y cuarto hasta Cancún en un vuelo regular, una vez allí, fue un alivio ver que no había fans en el aeropuerto, habíamos mantenido muy en secreto nuestro destino. El autobús de nuestro resort estaba esperándonos en la puerta y Rodrigo el chofer chilló de alegría al verme. Me quedé blanca. No me había acordado de hablar con ellos para pedirles que evitaran mostrar que me conocían demasiado.
Aunque lo que más temía era que mi padre se pasase por allí, por suerte había hablado con él la noche anterior y estaba en Madrid grabando.
- Señorita De la Vega – me dijo cuándo se acercó a mí. Me dio un abrazo. Había pasado muchas temporadas en el resort y la más larga cuando había terminado mi relación con Anuel que me había encerrado allí casi dos meses para no tener que ver a nadie.
- Rodrigo ¿Cómo estás? ¿Y tus hijas? – pregunté dándole un abrazo. Y un beso. Ya de perdidos al rio. Las diecisiete personas que venían conmigo se nos quedaron mirando. Por suerte nadie entendía ni papa de lo que hablábamos.
- Todos están muy bien, intentando que se vayan ya de casa – confesó. Rodrigo llevaba trabajando para mi padre más de quince años.
- Vamos todos subiendo al bus – le dije al grupo que se había quedado allí parado mirando. Jimin me miraba con miles de interrogantes.
Me senté al lado de Rodrigo la primera parte del viaje y fuimos hablando de sus hijas y de su mujer que le habían operado hacia poco tiempo, después de llegar a los complejos hoteleros de Riviera Maya me fui a sentar detrás con Jimin. Nadie pareció sorprendido.
- Sé que no te gusta hablar mucho de ti misma y sabes que hasta ahora yo no he preguntado mucho, pero... - comenzó a decir - Has estado en este resort con otro hombre ¿Verdad? – no parecía muy contento.
- He estado antes en este resort, pero no he estado con ningún hombre, vine de vacaciones a descansar – parecía que le había quitado mil kilos de encima.
- Este resort es muy caro... - dijo pensándolo bien.
- Conozco al dueño – aclaré. Aunque no se quedó demasiado convencido – ya os conté que mi familia tiene dinero, no solo eso, influencias, amigos...
- Tengo unas ganas locas de bañarme en el mar caribe – dijo Min Ha detrás de nosotros interrumpiendo la conversación, cosa que agradecí.
- Te va a encantar... la arena no se pega y el agua esta tan calentita... – dije abrazándome a mí misma – yo también tengo muchas ganas de darme un chapuzón – Eran las dos de la tarde, habíamos comido algo en el avión, pero tenía hambre y mi estomagó rugió.
- ¿Falta mucho para llegar? ¿Cómo de seguro es el sitio? – preguntó Hae Young que no tenía muy buena cara, además no hacia más que ponerse nerviosa al ver los controles policiales a lo largo de la carretera.
- Media hora al menos, este resort está más cerca de la reserva natural de Sian Ka'an. Está lo suficientemente escondido para que evitar miradas curiosas. De hecho el camino que tomemos fuera de esta carretera es el único acceso por tierra y está vigilado, no hay nada más seguro. El complejo está dividido por la mitad, una mitad es para el personal y otra para nosotros. La parte del personal solo puede acceder a la nuestra por mar o atravesando un manglar, algo que no se lo recomiendo a nadie – estaba claro que ninguno de los guardaespaldas iban a querer meterse en líos y acceder a nuestra parte. Todos sabían que las chicas eran en realidad las novias de algunos de ellos, no sabían de quienes y la mayoría sospechaba que Kwang y yo teníamos algo y ya que él era amigo de Suga y yo de las chicas, no íbamos a estar en la parte del "servicio"
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Encontré una Estrella
FanfictionImaginad que os quedáis atrapadas en una escala en Qatar y conocéis a un chico, el anonimato, el retraso del vuelo y unas copas, hacen que paséis una noche de pasión como nunca antes la habíais tenido. Cuando llegáis a Corea para una entrevista de t...