Capítulo 80

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Después de más de tres horas de reunión con Adrián y los chicos y chicas de las start up decidimos que eran buenas inversiones y seguimos adelante. La última vez que había mirado mi patrimonio había crecido un millón de euros en inversiones y estaba de lo más contenta. Hablé con Kwang en una cafetería cercana, me confirmó que volvería a Seúl y que necesitaba tiempo para poder considerarme una amiga, por supuesto no quería forzar la situación.

El concierto de los chicos fue maravilloso como siempre, Jimin estaba pletórico y yo no podía estar más enamorada de él. No me dejaron entrar al backstage, pero no me importó porque tenía la llave de su habitación de hotel y decidí ir allí a esperarlo. Esa tarde había intentado publicar en su Instagram la ruptura con Mimi pero no había podido, tenían a alguien vigilando todos sus movimientos e impidiéndolos, aquello era una puta locura y yo tomaba nota de todo eso e iba recopilando pruebas. Por suerte Mimi que debía de estar tan harta de aquella pantomima fue la que lo publicó y no le quedo más remedio a la empresa que confirmarlo.

Aquello iba a ser toda una locura cuando lo hiciéramos público y tenía que reconocer que me daba algo de miedo... miedo que se me quitó de un plumazo cuando le vi entrar agotado a la habitación y lanzarme esa preciosa sonrisa suya.

- Tengo que ducharme – me dijo cuándo me acerqué a él para besarlo.

- Creo que te he visto y sentido más sudado en otras... ocasiones – dije sin apartarme – ¿nos vamos juntos a la ducha? – la idea pareció gustarle.

Ambos nos metimos en la ducha y aquello fue un peligro, nuestra diferencia de altura no ayudaba mucho a la hora de hacer acrobacias, al final decidimos, después de pasar un rato más divertido que excitante, enjabonarnos rápido y salir lo antes posible para poder terminar en la cama lo que habíamos empezado.

Antes de salir del baño sonaron unos ruidos y Tae llamó a la puerta. No sabían que yo estaba allí. Jimin y yo nos quedamos mirándonos rezando para que no le diera por abrir. Yo estaba completamente desnuda.

- Necesito que me prestes el cargador del móvil – dijo a través de la puerta – no encuentro el mío.

- Está en la mesilla – dijo Jimin. Dimos tiempo a que lo cogiera y cuando no escuchamos ruido él me cogió envuelta en la toalla y yo enrede mis piernas alrededor de su cintura. Me empotró contra la puerta del baño.

Después de besarnos y calentarnos tanto que casi salgo seca del baño consiguió abrir la puerta conmigo encima. Ando como pudo mientras me comía el cuello y me tiró sobre la cama.

- ¡Joder! – dijeron a nuestras espaldas. Jimin estaba completamente desnudo y yo solo tenía encima una toalla bastante pequeña. Tae y JK nos miraban atónitos.

- ¿Podríais daros la vuelta al menos? – preguntó Jimin con sarcasmo. Yo no pude evitar un ataque de risa. Jimin me miró nervioso y cogió la colcha y me la puso encima, despues ya se tapo él.

- No sabíamos que estabas aquí Hanna, perdona – dijo Tae levantando una ceja en dirección a Jimin que se estaba poniendo un pantalón.

- ¿Qué necesitáis? – preguntó.

- Pues saber si ibas a venir a comer algo... pero veo que ya estas comiendo... - Tae no se iba a quedar con las ganas de soltar la broma. Era un chico muy autentico y directo, no sabía qué tipo de mujer se iba a meter bajo esa piel, pero debía ser alguien muy especial.

- Pues estábamos en ello, así que si no os importa nos pasamos por allí dentro de un rato – les dije yo para su asombro.

- Están hechas de otra pasta... - dijo JK más para sí mismo. Lo sabía, las mujeres occidentales y con sangre latina estábamos hechas de una pasta más dulce, picante y caliente. Era un hecho.

- Que aproveche – dijo Tae saliendo por la puerta seguido por JK.

- Por dónde íbamos – le dije a Jimin al que le costó un poco más volver a centrarse en el tema.

Después de tener media hora para nosotros decidimos acercarnos a la habitación de Namjoon donde estaban todos comiendo. Iban a hacer un directo para Army y yo prefería irme, ya que no era seguro estar allí, cualquier reflejo en un vaso o un cristal podían destaparme y por el momento no queríamos escándalos.

Mientras estaba en la habitación de Jimin revisé mi correo electrónico y vi que Adrián me había reservado dos billetes de avión para mañana por la tarde. La reunión iba a ser el viernes, quedaban dos días así que no tenía tiempo que perder. Me daba mucha pena porque no podría estar con Jimin y los chicos en sus últimos días en Madrid. Me constaba que ellos volvían el jueves para estar allí cuando se produjera la junta de accionistas. Además Hae Young debía estar ya casi a punto de dar a luz.

Algún día los llevaría de viaje y turisteo por España, pero eso tendrá que esperar.

Encontré una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora