Capítulo 28

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Ese día fue una locura fui con los chicos al ensayo en aquel estadio que era enorme, no había visto nunca un estadio tan grande. Estuvieron toda la mañana ensayando con los bailarines que eran de allí, se había decidido externalizar eso en cada sitio para así rebajar la comitiva con la que viajábamos. Entre Kwang, Namjoon y yo hacíamos entender nuestras peticiones. Después de comer los chicos se fueron a descansar, pero yo me quedé gestionando algunas cosas que me quedaban del concierto de Brasil que sería el siguiente a México. Había conseguido ya el hotel, el equipo de baile y demás historias, pero necesitaba un refuerzo más en seguridad y aquello estaba resultando de lo más complicado.

- ¿Qué te tiene tan concentrada? – preguntó Kwang que había salido de la ducha. Yo estaba tirada en la cama con el portátil y una bolsa de patatas fritas.

- Me está resultando un dolor de cabeza la seguridad en Brasil – le expliqué.

- ¿Crees que no vale solo con nosotros? – preguntó.

- Creo que podríamos contar con un apoyo – recalqué.

- ¿Cuál es el orden de los conciertos? – preguntó.

- Pues ahora toca Nueva York, luego México DF, Sao Paulo, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile, Londres, Ámsterdam, Paris, Madrid, Hong Kong, Singapur, Tokio, Bangkok y Seúl. Entre medias tendremos un descanso en México de diez días, un descanso en Bogotá de treinta días que volveremos a Corea y luego a Europa a continuar la gira. El siguiente descanso es después de Madrid que tendremos veinte días hasta comenzar la parte de Asia.

- La vuelta al mundo – dijo él – y ya estoy cansado – reconoció con una carcajada.

Aquella tarde la pasé corriendo de arriba abajo hasta que comenzó la previa del concierto. Me encontraba en el backstage con todo el mundo, sentía que estorbaba pero en ocasiones se necesitaban mis servicios de traducción.

Los chicos estaban guapísimos y en especial Jimin, me costaba mucho quitarle la vista de encima. Vi como Min Ha y Hae Young hacían su trabajo de estilistas no solo con Suga y Jin. No sé a quién estaban engañando, estaba claro para mi quienes eran, la diferencia entre como ellas se llevaban con los chicos a como lo hacían las otras estilistas era abismal.

Kwang vino para sacarme de allí antes de que comenzara el concierto. Les desee mucha suerte a los chicos y le lancé mi última mirada y sonrisa a Jimin que parecía estar nervioso.

El concierto fue la ostia, salté grite y me lo pasé en grande, pero no podía evitar preocuparme por ellos, fue muy largo y se pasaron tanto tiempo bailando que no estaba segura de cómo iban a poder llegar al hotel esa noche. Baje deprisa al backstage una vez terminó el concierto y casi me da algo al verlos. Casi todos estaban con una botella de oxígeno en la cara y sudando. Fue puro instinto, busqué a Jimin que estaba tumbado con los brazos sobre la cara.

- ¿Estás bien? – le dije preocupada. Él sorprendido apartó los brazos y me miró.

- Me has hablado en informal – dijo él haciendo lo mismo. No me había dado cuenta, miré a mi alrededor pero nadie parecía darse cuenta la mayoría estaban haciendo su trabajo recogiendo y atendiendo a los chicos.

- ¿Estás bien? – volví a preguntar de nuevo, pero usando el maldito formal. Odiaba aquel idioma.

- Sí, pero creo que casi no puedo moverme ¿Me ayudas a levantarme? – me pidió. Sin dudarlo cogí su brazo y le ayudé a sentarse sobre la camilla.

- ¿Necesitas algo más? ¿agua? ¿comida? – pregunté al azar, no sabía que necesitaban o querían después de un esfuerzo físico tan monumental.

- A ti – dijo en mi oído poniendo todos y cada uno de los pelos de mi cuerpo de punta.

- Me temo que ahora mismo no podrías conmigo – le respondí para su asombro. A este juego podíamos jugar los dos.

- Déjame intentarlo – de eso nada, no iba a quedar por encima de mí en este baile.

- No tientes tu suerte, podrías enamorarte – y yo, y por eso me daba tantísimo miedo acceder a su proposición, pero en el fondo no iba a negar que era lo que realmente quería. Sabía que podría enamorarme de él y sufrir, porque ambos sabíamos que aquello no iba a durar y que tarde o temprano teníamos que separarnos.

- Solo di que sí y dejémonos de estupideces, ambos lo estamos deseando – me estaba pidiendo una respuesta a su propuesta. No era justo seguir sin contestarle.

- Mañana en Nueva York hablamos, ahora es mejor que salgas de aquí y descanses – le susurré en el oído. Dicho aquello me retiré y deje mi espacio a un guardaespaldas que se estaba encargando de "recolectar" a los chicos para sacarlos de allí.

A día siguiente por la tarde volábamos a Nueva York y en tres días tendríamos otro concierto y eso que esta gira era más corta que la anterior y tenían más días entre concierto y concierto... no sé cómo sobrevivieron a la otra...

Encontré una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora