Encontré una Estrella

Capítulo 77

- ¿Estas con Kwang? – me preguntó Jimin con una expresión indescifrable. Esta tan guapo como lo recordaba... no podía quitarme de la cabeza esa mirada... esa boca... cada noche cuando cerraba los ojos rememoraba cada uno de sus rasgos...

- De momento no – dije sinceramente – necesitaba cerrar este capítulo de mi vida antes de empezar algo, por eso quería hablar contigo – no pareció gustarle mucho mi respuesta, pero era la única que tenía, era sincera no me andaba por las ramas y él lo sabía.

- ¿Es eso lo que quieres? – inquirió acercándose a mí. ambos nos habíamos levantado del sofá y estábamos uno frente al otro.

- Si – o no... la verdad que lo que quería en ese momento era empotrarle contra la pared y besarle como si nunca nos hubiéramos separado, pero tenía novia y yo eso lo respeto.

- Entiendo... - no parecía contento – yo no quiero eso, no quiero pasar página, quiero hacer lo que te dije en México que haríamos, quiero luchar por esto, no quiero dejarte ir y esta vez no pienso dejar que te muevas de mi puñetero lado – sus palabras hicieron que se me acelerara el corazón, me hicieron sentir viva de nuevo, pero duró solo un segundo, el que tardé en recordar lo que pasaría si estuviéramos juntos, su familia, su toxifandom, su agencia...

- Sabes que no tenemos más que cosas en contra para estar juntos, además tú tienes a alguien ya en tu vida – su gestó se torció molesto.

- Eso no significa nada, es una cortina de humo, llevamos meses sin vernos, lo terminamos antes de empezarlo, pero nuestras agencias se niegan a publicar nuestra ruptura – que sus palabras me hicieron la mujer más feliz del mundo no lo voy a negar, pero aun así aquello era complicado.

- ¿Viste cómo se puso en contra la gente? ¿Viste lo que pasó cuando lo nuestro salió a la luz? – dije apartándome de él que, sin darme cuenta se había acercado tanto que había invadido mi espacio personal.

- Me da igual lo que digan, me importa todo una mierda, no voy a hipotecar mi vida porque gente que ni conozco ni nos conocen decidan si está bien o mal que estemos juntos – arriesgaría todo por mí, estaba claro en sus ojos que lo decía en serio, pero no estaba dispuesta a que lo perdiera todo por mí.

Nos habíamos acercado tanto que podía sentir el calor que emanaba su cuerpo, la tentación de empujarlo contra el sofá y hacerle el amor toda la noche estaba resultando casi imposible de soportar, pero Kwang abrió la puerta en el momento cumbre.

- Supongo que ya habéis hablado – dijo no muy contento. Jimin se tensó molesto por la interrupción y yo no supe que decir.

- Necesito hablar contigo – le dije a Kwang.

- No hace falta... en realidad no me he ido y os he escuchado – ambos nos sorprendimos, nunca hubiéramos pensado que Kwang fuera así de cotilla.

- ¿Entenderás entonces porque no puede ser tuya nunca? – no era una pregunta, Jimin lo soltó sin más. Kwang me miró con tristeza y yo me sentí fatal con él, pero nunca le había mentido, él sabía perfectamente que Jimin estaba metido bajo mi piel.

- Sabes que va a ser un camino difícil – me dijo a mi sin hacer caso a la provocación del idol – sé que tú podrás con todo, solo quiero que sepas que si en algún momento me necesitas estaré para ti – aquello eran unas palabras muy bonitas y maduras – ahora voy a recoger mis cosas, prefiero quedarme en un hotel hasta que vuelva a Seúl.

Yo asentí y no pude evitar que las lágrimas se derramaran por mis mejillas. Me sentía fatal por Kwang.

Jimin y yo bajamos al garaje a por mi coche, íbamos a hablar con los chicos. No tuve ningún problema en aparcar dentro del Eurostars, conocía a los dueños y era asidua en el restaurante. Subimos directamente a la planta que tenían reservada y varios de los guardaespaldas que me conocían intentaron cortarme el paso.