Capítulo 53

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Jimin

Cuando Hanna y yo llegamos a la playa, Kwang, JK, Nam, Tae y Jhope estaban ya metidos en el agua haciendo el idiota. Las dos parejas estaban tumbados sobre las camas balinesas.

- Pues sí que habéis tardado – me dijo Jin.

- Habíamos quedado aquí en una hora – le dijo Hanna mirando su reloj.

- ¿Tardáis una hora en deshacer maletas y comer algo? – preguntó Yoongi. Yo sonreí con picardía y alcé las cejas sorprendido. ¿Qué mierda de vida sexual tenían ellos?

- Madre mía... - dijo Jin al entenderlo. Las chicas se rieron nerviosas y para mi asombro Hanna no se sintió para nada incomoda de pensar que mis amigos habían llegado a la conclusión de que habíamos estado follando.

- Bueno, pues yo me voy al agua – dijo ella quitándose el vestido blanco que llevaba y casi me da un ictus. El bikini amarillo y negro que llevaba no cabía duda de que era precioso y le quedaba de maravilla pero se veía mucha piel. Miré a Min Ha y Hae Young, estaban más tapadas en la parte superior, al fin y al cabo a ellas no les gustaba que el sol oscureciera su piel y eso que estaban bajo el techo de las camas.

- Voy contigo – le dije quitándome también la camiseta. En el agua Jhope era el único que la llevaba todavía. Yo ya me había encargado de embadurnarme bien en crema con protección cincuenta. Los cinco se quedaron mirándonos mientras nos acercábamos, estaba seguro de que la miraban a ella... Kwang era el que más me molestaba. Al fin y al cabo mis amigos jamás harían ningún movimiento o prestarían demasiada atención a sus curvas, a sus pechos, a ese culo que me vuelve loco.... Mierda, claro que se han fijado, no son idiotas y son hombres al fin y al cabo.

- Entra en el magnífico caribe – me dijo agarrando mi mano mientras entrabamos al agua más caliente que había sentido jamás, tan transparente que era capaz de ver las uñas de mis pues incluso cuando estaba sumergido hasta la cintura - ¿Qué os parece el paraíso chicos? – les preguntó ella.

- Que es Jimin el que lo está disfrutando al máximo – dijo Tae son una sonrisa – a nosotros nos falta la compañía para que sea perfecto, pero por lo demás, estoy encantado – reconoció él. Y no voy a quitarle la razón, porque efectivamente yo era el que estaba en el paraíso en todos los sentidos de la expresión. Hanna se acercó a mí y se subió rodeando con sus piernas mi cintura. No puede evitar ponerme duro.

- No hago pie – aclaró ella con un brillo malicioso en los ojos. El agua a mí me llegaba por el pecho y a ella por la barbilla y menos mal que el oleaje era bastante escaso, si no, la cubriría entera.

Pasamos un rato muy agradable jugando en el agua y viendo peces, aquello era una pasada, pero no pude evitar darme cuenta de cómo la miraba Kwang. Me ponía muy nervioso, al fin y al cabo sabía perfectamente que la mejor opción para Hanna era él y no yo. Volvían mis inseguridades pese a que ella me abrazaba continuamente. Miraba el pecho de Kwang mucho más musculoso que el mío y pensaba que ella algún día pudiera estar con él... me ponía enfermo, pero es que yo sabía que tarde o temprano esto que teníamos se acabaría y Kwang había dejado bien claro que no se iba a dar por vencido con ella.

- ¿En qué piensas? – me preguntó ella agarrándome por detrás.

- En lo feliz que estoy ahora – aquello dibujó una preciosa sonrisa en sus labios y no pude evita darle un beso.

- Yo también lo estoy – reconoció sumergiendo la cabeza en el agua para peinar su pelo hacia atrás. 

Encontré una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora